En la Patagonia, de Bruce Chatwin
(In Patagonia)
Muchnik Editores, col. Personalia
Barcelona, 1997 [1977]
Se ha dado a Bruce Chatwin el mérito de haber revolucionado la literatura de viajes. En realidad, su mérito (y no es poco) es haber aplicado la técnica del nuevo periodismo a dicha literatura. Ya saben, se trata de hacer una incursión en el tema de forma más personal y cercana, y centrarse, más que en el tema básico, en la periferia inmediata del mismo.
Por tanto, el viaje a la Patagonia propuesto por Chatwin no es un recorrido por la geografía, la gran historia, la flora y la fauna o la etnografía. Chatwin busca la pequeña historia, los detalles que, como gusta decir a los historiadores, constituyen las notas a pie de página de los libros, pero que han hecho de una tierra lo que es, o los hechos que han sido ineludiblemente moldeados por esa tierra.
Supongo que todos los territorios del planeta tienen semejante historia, si uno se preocupa en buscarla, pero saber hallarla, llegar hasta el fondo de la misma, documentarse antes, durante y después del viaje y, por supuesto, saber explicarla es lo que no está al alcance de todos.
Así, nos encontraremos con los tremendos animales prehistóricos y el paso por Tierra de Fuego de Darwin; con la historia del hombre que se autoproclamó rey de Araucania y Patagonia (lo que no gustó en absoluto a los gobiernos argentino y chileno); con la numerosa colonia galesa de Patagonia, independentistas que huían del gobierno de su majestad británica; las andanzas en Patagonia de Butch Cassidy y Sundance Kid, que fueron muertos (o no) en esa región; con otros bandidos gringos; con los orígenes del término "Patagonia" y las relaciones de los blancos con los indígenas; con las revueltas y revoluciones anarquistas; la vida y hazañas (que darían para tres novelas) del capitán Charles Milward, que llegó a ser el cónsul más austral del Imperio Británico; o con la historia del penal de Ushuaia (ya que estamos, la ciudad más austral del mundo).
Y más, muchas más.
No he estado en la Patagonia. No me es posible comprobar las bondades de este libro in situ. Pero, si no es verdad, está muy bien contado. Estoy un poco harto de ciertos documentales y libros de viajes que se basan en tomar el cuaderno o la cámara al hombro alegremente y anotar y filmar lo que se ponga por delante. Sea verdad o no. Porque, por muy delante de una cámara que esté, ese hecho no da sacralidada la entrevista o la declaración.
La auténtica veracidad está en la documentación previa, la búsqueda en el lugar y la documentación posterior. Sólo así se enriquece el documento, y sólo así se elimina el material dudoso o falaz. Sólo así se alimenta la verdad. O la veracidad.
Chatwin fue un gran narrador prematuramente desaparecido. Su nombre todavía resuena en la literatura moderna como alguien que hizo algo grande. Pero cada vez resuena menos. Esto ya no es ley de vida, sino ley de mercado. Por tanto, bien está que se le recuerde antes de que caiga en el olvido que NO se merece.
Porque, leído En la Patagonia, no sólo he quedado entretenido por sus historias, sino que he salido de su lectura algo más sabio. Es muy de agradecer.
7 comentarios:
Sobre el comentario de la colonia galesa y los independentistas que huían del gobierno de su majestad británica, vi hace tiempo una pelicula -que parecía bastante fundamentada- sobre unos soldados británicos que ayudaron en la lucha por la independencia y que se movían con lemas del tipo "Desencadenad el infierno" etc. (como en Gladiator) y esto era debido a la formación clásica del oficial que comandaba esta tropa.
Era muy interesante.
Hola, Magda:
A ver, estoy yo muy espeso o te has dejado algún dato básico: ayudaron a la independencia, ¿de dónde?
Veo que Chatwin escribe un libro de viajes de manera innovadora.
Excelente reseña, no queda más remedio que leerlo, que yo también quiero ser algo más sabia. :)
Saludos!
Lluis, disculpa la laguna explicativa pero lo cierto es que no lo recuerdo muy bien porque se me mezclan dos películas que vi hace años, una de unos vaqueros (ésta más holliwoodiense) que ayudan contratados como mercenarios en México y la otra película la que comentaba, una tropa que al final murieron todos ahorcados menos el oficial que estaba al mando pero no recuerdo en que país. La verdad tenía la esperanza que alguien más la hubiera visto para comentarla.
Lluis, donde dije "vaqueros" quería decir "pistoleros".
Espeso tu? Por lo menos ya es jueves...
Hola, Magda:
Pues... por ejemplo, "Veracruz", con Burt Lancaster y Gary Cooper (y ya que estamos, Sarita Montiel). Pero no era en la guerra de independencia mexicana, sino en la lucha contra Maximiliano, ese emperador puesto como el que pone una lámpara en el salón (en este caso, el salón de la casa de otro). El "grito", como creo llaman en México a la declaración de independencia de los españoles, es anterior. No creo que hubiera gringos ayudando, pero todo es posible. De la segunda, ni idea.
Ha sido un largo viaje desde la región austral hasta México...
Mis disculpas a los lectores del país azteca por mi escaso conocimiento de su historia. Intentaré corregirme.
Un saludo.
Hola, Andrómeda:
Bueno, mucha gente después de Chatwin "copió" el estilo... Pero Chatwin tenía algo especial. Era buen escritor, era británico (no sé cómo, pero los británicos tienen mano en esto de viajar; será por lo del imperio...). El caso es que hay algunas historias que parecen increíbles...
Un saludo!
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