A Gnome There Was, de Henry Kuttner

En The Mammoth Book of Fantasy All-Time Greats
Robinson Publishing
Londres, 1988 [1941]

Dijimos al comentar Nothing in the Rules que la aparición de la revista Unknown tuvo el efecto de impulsar la corriente de la fantasía whimsical, levemente humorística y excéntrica. Este impulso se refleja en la permanencia de este tipo de relatos en la memoria de los lectores, y su inclusión en un Hall of Fame confeccionado por votación de los especialistas.
Había una Vez un Gnomo es uno de estos relatos. Es muy sencillo, destinado puramente a la diversión del lector, pero tiene el mérito de ser uno de los primeros que trató el tema de la inversión del punto de vista. Esto es ahora moneda común (un ejemplo altamente estilístico, y esta vez realizado con toda seriedad, es Grendel, de John Gardner), pero en la época no era en absoluto tratado.
Tim Crockett es un humano (vale la pena aclararlo) pusilánime y algo cargante, que cree firmemente que los sindicalistas le necesitan con urgencia para dar un toque intelectual e idealista a sus actuaciones. Con este fin se introduce en la minería, donde se dedica a adoctrinar hasta el aburrimiento a los mineros. Hasta que un día, y por una serie de reglas establecidas en el mundo mágico, se convierte en gnomo. (Y también conviene aclarar que los gnomos de los que hablamos son los del folclore; nada que ver con las versiones edulcoradas de los dibujos animados.)
A partir de aquí empieza el contraste de las visiones de un Tim psicológicamente humano y físicamente gnomo. Por descontado, también sus pretensiones sindicalistas acabarán por introducir el caos en la sociedad ya de por sí caótica de los gnomos.
Insisto en que no hay que buscar más. Se trata de un relato humorístico, y cumple a la perfección su cometido: el lector se ríe del petimetre Crockett, se ríe de la catástrofe que le ha caído encima y de los errores que comete al no conocer una sociedad ajena que es anárquica pero con reglas; se ríe con su intento de huelga, y se ríe con el desenlace de la misma. Y con el golpe final de la historia.
Nada más y nada menos, porque el humor es un género difícil de realizar. Que además perdure, es ya todavía una hazaña mayor.

Texto en castellano de Había una Vez un Gnomo en el blog El Espejo Gótico

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