El Juego de Berlín, de Len Deighton

(Berlin Game)
Ed. Planeta, col. Bestseller Mundial
Barcelona, 1984 [1983]

Dentro del género de espionaje, Len Deighton es un autor interesante. Es evidente que no tiene la excelencia literaria de un Le carré o un Graham Greene, o las intensas tramas de un Eric Ambler (¿o sí? Un día de estos tendremos algo que decir sobre SS-GB, notable ya desde su planteamiento). Sin embargo, hay que recordar que Deighton es autor de Ipcress, que en su versión fílmica supuso una contestación a la imagen del espía dada por el irreal James Bond.
Y lo cierto es que las narraciones de Deighton tienen una base real y verista que las emparentan con la visión mísera, cínica y sucia del mundo del espionaje que Le Carré ha sabido expresar tan bien.
Bernard Samson (personaje que no sólo protagonizará la trilogía "Juego / Set / Partido", sino otras novelas) ha visto pasar ya su época como agente en el terreno, y ahora es un administrador de los servicios de espionaje en Londres. Pero frente a una minicrisis empieza a ser evidente que sus superiores quieren enviarle a Berlín Este para rescatar a uno de los principales informadores sobre la economía del bloque soviético, Brahms Cuatro.
Pero Samson, que lleva en el servicio activo más tiempo que cualquiera de sus jefes y no tiene las ambiciones personales de éstos, tiene una gran cautela ante esta misión. Es más que posible que exista un traidor infiltrado, pero ¿dónde? ¿En Berlín? ¿En la Red Brahms? ¿En el propio Londres? Conociendo como conoce los entresijos del espionaje, tendrá que actuar por libre no sólo para llevar a buen puerto sus investigaciones, sino para evitar la muerte.
Insisto en la postura verista que preside la ficción de Deighton. Sus novelas no son estrictamente de acción, aunque la haya, antes bien se centran en realizar una descripción del submundo que la Guerra Fría potenció hasta límites descontrolados. Deighton carece de la perspicacia psicológica y humana de Le carré, pero se nota que conoce ese mundo secreto y lo ha comprendido de tal manera que puede darle un adecuado reflejo en sus novelas. Más que las tramas, es esta representación de un ejército cínico, despiadado y miserable, que no figura en ningún libro de historia, lo que da entidad a la obra de Len Deighton.

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18 comentarios:

Richard Shelton dijo...

Hola
Concuerdo con su comentario.
Vaya sorpresa la del final.

Así es el mundo frío de los espías sin casi nada de las fantasías de James Bond.

Una pregunta, si me permite, es sólo para confirmar un dato: ¿es el nº 47 dentro de la colección Bestseller-Contemporánea?

Saludos

Lluís Salvador dijo...

Hola, Black Arrow:
Bienvenido a este blog.
Ciertamente es un final sorpresa, y uno que da juego para el resto de la trilogía e incluso más allá (la serie Anzuelo para Espías, por ejemplo). Pero para no cometer un crimen para con los que no lo han leído, que quede secreto entre nosotros... :)
Y, sí, es el nº47, si no recuerdo mal. Planeta siempre ha tenido unas numeraciones bastante raras, y series y subseries en sus colecciones (por ejemplo, esta es en portada Bestseller Mundial, pero en el interior esta denominación desaparece y pasa a ser colección Contemporánea) con lo que es difícil aclararse, pero recuerdo que me llamó la atención ver el número de la colección.
Un saludo!

Richard Shelton dijo...

Gracias por el dato.


Lo de la sor... no destripa nada porque no hemos dicho nada. Eso que lo averigüen...

Sí,es cierto lo de Planeta: entiendo que lo de "Bestseller" era para indicar el éxito del libro incluido en la col.Contemporánea por lo que en muchos sitios se le llama Col. Contemporánea-Bestseller Mundial


Ha primado la fuerza de la costumbre...

Tengo el listado parcial de BM-Con. en mi blog que estoy tratando de completar, claro que dejando de lado la pseudociencia.

Ah,lo de Planeta no es nada comparado con el caos de Plaza & Janés o el de Bruguera ni la repugnante destrucción de libros de Ediciones B.(que después de saberlo me ha desanimado por completo para ocuparme de lo que publican estos últimos).

Podré el link de su blog en el mío.

Saludos

Lluís Salvador dijo...

Hola, Black Arrow:
Tienes toda la razón con lo de ediciones B: el otro día cayó en mis manos un libro de esta editorial. Aparte de tener en el lomo la marca infamante del punzón, señal de que ha sido saldado, en la tapa se indicaba que pertenecía a una tal "serie negra". Mentira, el interior era el libro de la colección "Cosecha Roja", y lo único que habían hecho era retaparlo. Además, en la página de créditos se citaba un epílogo que en realidad estaba puesto como prólogo, y una introducción que no existía. Pero sobre esta editorial (y alguna otra) te podría explicar cosas realmente increíbles (o más bien muy creíbles, por lo reales). Pero luego así les va.
Gracias por el link. Acabo de pasar por tu blog y, francamente, tengo que descubrirme ante el trabajo que te has tomado. Es inmenso, pero muy útil para bibliógrafos y maniáticos como yo. Es lástima, porque hasta hace diez años yo acumulaba catálogos de editoriales, pero acabaron ocupando demasiado sitio, de modo que no puedo echarte una mano. Pero en fin, todavía tengo algunos libros viejitos, de esos que llevaban el listado en las últimas páginas, de modo que si puedo ser de utilidad con alguna colección, ya me dirás.
Te incluyo el enlace de tu blog en el blogroll. Así te tengo a mano para consultas, je, je...
Un cordial saludo!

Richard Shelton dijo...

Hola
Tengo curiosidad:
Cuál era ese libro porque tengo el listado de Cosecha Roja y las series Negras de Barral y la de El País.

Pobre Jim Thompson porque con sus libros Edic. B hizo lo que dio la gana.

Detesto saber lo del punzón,aquí te lo venden con todo y defectos pero no hacen eso.


No me ocupo mucho de libros muy antiguos porque a veces los datos son muy escasos.
Salvo excepciones prefiero buscar desde la década del 50 hacia arriba.

Cuando quiera algún dato se lo comunicaré por email.
Claro con gusto le preguntaría sobre qué libros y en cuáles colecciones se encuentran.

En cualquier momento le enviaré un email. Es por seguridad porque no deseo que me plagien de nuevo hasta los comentarios.

Saludos

Lluís Salvador dijo...

Hola, Black Arrow:
Lo siento, confusión mía. Se trata de la ¿colección? "Serie B", no serie negra. Probablemente me despistó el color de portada.
Se trata de "Un Cuchillo en la Mirada", admirable, por lo absurda, traducción de "After Dark, My Sweet" (algo así como Al Caer la Noche, Querida).
Mi dirección de e-mail la puedes hallar en mi perfil de usuario en el blog. A tu disposición.
Un saludo cordial!

Richard Shelton dijo...

Hola
El libro de Jim Thompson en col. Cosecha Roja nº 5 fue publicado en 1988 con pastas rojas
Lo verifiqué con mi listado.

Lo de Serie B debe ser una clasificación aunque he visto las portadas y sólo en otro libro se pone: el de Sampayo, El lado salvaje de la vida.

Después del nº 23 editaron como les dio la gana.
El nº 24 no existe -¿fue destruido lo editado?- pero sí el 25 hasta el 33 y de ahí hay un salto extraño... con dos más: el de Sampayo y el de Ed Mcbain, Trampas.

Existe otra edición de la misma novela por El Aleph en el 2006.


Saludos

Lluís Salvador dijo...

Hola, Black Arrow:
No, lo de Serie B sencillamente es el típico intento de intentar hacer pasar como novedad algo que tienes en los almacenes, cambiándole la tapa. Yo, que he sido librero, era un poco la pesadilla de los vendedores, porque no me engañaban jamás.
Ediciones B siempre fue un poco caótica en su funcionamiento. ese número 24... habría que verlo, pueden ser mil cosas: que finalmente no lo editaran, que lo cambiaran de colección y entonces el número 24 quedara "huérfano". O que tuvieran un título previsto y asignado, las cosas se fueran alargando y el cierre de colección llegara antes de sacarlo al mercado.
Insisto, en esa casa las cosas eran caóticas.
Un saludo cordial!

Richard Shelton dijo...

Hola, colega librero

No conozco todos los detalles sólo repetí lo que me dijeron en los comentarios y encontré por ahí.

Ah, bueno si lo de Serie B es otro intento de 'darte gato por liebre' en lo libresco -cuántas veces se ha dicho lo mismo- prefiero enfrentarme con el caos de Bruguera, Plaza & Janés, Planeta y Salvat.

Una fuente que estuvo en la industria editorial afirma que el nº 24 nunca se publicó como tal o fue destruido -la mala suerte de los libros de Jim Thompson- porque de otro modo no se explica que algunos hablen de haberlo leído pero cómo... si no se vende en ninguna parte.
La misma fuente afirma que muchas veces no se destruye todo y por lo bajo se venden algunos ejemplares, el resto se ofrece como pulpa.
Les pasó lo mismo a otros títulos que nunca aparecieron... que son los fantasmas.

De nuevo:
Revivieron el sello Bruguera poco tiempo, despidieron a la directora encargada Ana María Moix y cerraron...
En verdad con ello lo que saque a la venta ediciones B no me interesa.

Vendiendo libros -una cosa modesta para enfrentar el desempleo- me enteré más del negocio de distribución y ventas y de cómo se las arreglan,las antipatías entre libreros, etc. pero de los sinvergüenzas editoriales te contaban poco.


Saludos

Lluís Salvador dijo...

Hola, Black Arrow:
Respecto al número 24, insisto, puede ser cualquier cosa... Hasta que lo publicaran sin haber formalizado el contrato de derechos y tuvieran que retirarlo del mercado.
Pero insisto, no era tanto desvergüenza como caos y descontrol.
Un descontrol al que en estos momentos han puesto remedio, pero a cambio han entrado en las políticas generales de las grandes editoriales. Verás, se editan 75.000 novedades en España cada año. Es mucho, muchísimo, excesivo, sobre todo si tenemos en cuenta que apenas tenemos mercado editorial en hispanoamérica. Eso provoca que cada vez los libros estén menos tiempo expuestos como novedades, y que, como ya no se han vendido de inicio, por falta de tiempo y exceso de competencia, no pasen a las estanterías de fondo. De ahí que todas las editoriales, sobre todo las grandes, estén muy nerviosas y se exijan resultados inmediatos y de cuantía. En estos momentos el director de colección se juega el puesto en el plazo de tres a seis meses, cuando no hace mucho el período estimado para el asentamiento de una colección era de uno a tres años.
Y lo que me temo es que, en un contexto de crisis económica, esto puede ser una burbuja editorial que acabe estallando.
Por cierto, en España (o por lo menos en Barcelona), las antipatías entre libreros apenas existen. Supongo que ya hace tiempo que comprendimos demasiado bien que estábamos en el mismo barco...
Un saludo cordial!

Richard Shelton dijo...

Hola
Si se puede discutir pues sigamos.

Existen antipatías porque hasta algunos se ponen en pose infantil de mafiosos cuando hablan en sus blogs de "Los nuestros" y con desprecio de los "otros" que no son de su grupo y además su mala educación es kilométrica.

¿Fans de Goodfellas"?

¿Te digo nombres?

Con respecto a las editoriales:
La culpa es del momento crítico y del enfoque excesivo hacia el bestseller en donde se hace creer a la gente que no hay más libros que los que se venden como churros.
El bestseller es una moda y rápido la gente cambia de gustos...

Antes sacaban muchos libros y se vendían. Ahora No,acá en Latinoamérica nos inundan con autoayuda, novelitas nórdicas
y vampiros emos crepusculares y con lo mismo de siempre(por eso muchos tiramos de segunda manos porque tantas de las novedades traídas nos aburren. Pasa en España frente a lo nuevo que no convence)

Vaya, 75 000 títulos, según algunos se llega a los 100 000 con todo a ambos lados del charco ni hablar de lo que sale en Estados Unidos y el resto de Europa.
Es cierto y a veces repetido con dos editoriales sacando el mismo libro el mismo año.

Porque, digamos en una década, si no se pueden conocer las novedades de un año no hay modo de saber lo que se publicó en los otros 9, se acumulan miles de libros buenos y los que producen indiferencia.

En España se olvidaron de Hispanoamérica y muchos no quieren arriesgarse y al revés.

Concuerdo: en una colección de antes te podías dar el lujo de publicarla en 3,5 ó 10 y hasta de 25 años a más como en Plaza,Emecé,Losada o en Alianza

Nadie aprendió por lo visto con lo sucedido con Bruguera que de tanto abarcar la crisis le arruinó todo.
Sacan tantos libros porque sus expectativas son exageradas y cómo se les ocurre hacerlo en tiempos de crisis en donde con el bolsillo actual ya no se compra como antes.

Sabías que en Pepsi si no vendías en un plazo de 6 meses o lo que fuera relacionado con la productividad... te despedían sin asco,pues es la misma mentalidad con las editoriales como de la Chunga de la Casa Verde de Vargas Llosa cambiando la palabra consumir: Vendes o te largas.

Las editoriales deben afrontar la realidad de la crisis y cambiar de
estrategias para continuar de lo contrario desaparecerán.

No pueden seguir pensando como en el cuento de la lechera... que van a depender todo el tiempo de los bestsellers porque éstos son una moda cambiante y,sobre todo,que van a vender todo lo que saquen que en gran parte es hueso o paja que no leeríamos ni aunque nos lo regalaran o que demora mucho su venta.

Claro, hubo el estallido de la burbuja en Internet ahora falta ver otros tan lamentables...


Saludos

Lluís Salvador dijo...

Hola, Black Arrow:
Hombre, lo mío no era por discutir; sencillamente, me limitaba a constatar hechos o vividos o que se producen en este lado del charco (y por no generalizar, diré que en esta ciudad). Es cierto que he constatado en estos años de blogueo que en Hispanoamérica las cosas se viven con mucha pasión, y que a veces vuelan cuchillos metafóricos. Y si bien esta pasión es importante, y hasta necesaria, el pasar de la pasión al enfrentamiento (o al frentismo) no lo es. Y suele traer consecuencias negativas. En Barcelona, por ejemplo, ningún librero que se precie desea que cierre otra librería. Porque si lo hace, señal de que algo malo está pasando en el mundo del libro, en general. Las librerías lo que hacen es ser vivero de lectores, antiguos y nuevos. Lo cual no quiere decir que cada librero trabaje por conseguir la primacía de su librería, que es algo muy distinto.
Y el bestseller (o más bien superventas, porque la etiqueta bestseller ya casi designa un género literario per se) se ha convertido en el pan nuestro de cada día por parte de los ejecutivos. Ya no se trata de cubrir costes. Se trata de hacer dinero, y mucho, y muy rápido. Es una política errónea, y nos lleva al desastre, pero la burbuja editorial provoca esta misma marcha entre imbécil y suicida, y este quemar autores, y lo bueno es que los mismos autores se prestan al juego, animados también por los agentes, a los que les conviene que el libro se venda, sí; pero si no se vende, que se destruya y otra editorial esté dispuesta a editar ese mismo título en el plazo más breve posible. Y a pagar otro adelanto por los derechos, claro, del que los agentes se llevarán su 15 por ciento. Se vive en la inmediatez. Si suena la flauta, entonces hay gran regocijo, y banquetes, presentaciones, trípticos, dípticos, pegatinas, camisetas y caramelos anunciando lo que ya se vende. Pero si ese mismo autor se la pega con el siguiente título, es anatemizado. El junior editor encargado despedido, el director de colección cuestionado (o puesto en la lista negra, o al cuidado de la edición de las letrinas). Únicamente se salva uno: el tipo del consejo de administración, que no se acuerda que fue el que dijo que sí, que lo vamos a editar y sin haberlo leído, porque si vendió el primero no va a vender el siguiente, etc.
El mundo es así.
Y respecto al olvido de Hispanoamérica. Ay, sí. Aunque más que olvido es cobardía. Y las exportaciones son mínimas, y con retrasos horrorosos, y en lugar de mantener políticas de delegación eficaces se opta por la política de si quieren leerlo ya lo pagarán, con lo cual no hay quien pague los precios inflados por los costes, el transporte, mordidas, comisiones y negocios usurarios, y así en hispanoamérica, de los que podrían leer, leen todavía menos. No me extraña que se popularicen las ediciones piratas por internet.
En fin, hace falta un modelo empresarial distinto, pero para eso hacen falta empresarios con dinero y que sepan que venden libros, no empanada en porciones.
Un saludo!

Richard Shelton dijo...

Hola

No era discutir por discutir -que no me gusta- sino también saber qué opinan por allá.

Sí hay apasionamiento en lo que digo porque hay cosas inaceptables...

Aquí las novedades las traen o editan aquí cuando les da la gana y tienen un precio insultante o sólo vemos puro bestseller.

Antes nos mandaban lo restante ahora ni eso.

Reina la piratería y puedes comprar la película sin necesidad de ir al cine donde la están pasando y el libro te sale más barato comprándolo aunque sea una pésima fotocopia.
La piratería no se combate salvo para mostrar una mera formalidad.

Hay autores que se desaniman de editar porque los plagian tan rápido como salga su libro.

Lo que está de oferta muchas veces no es interesante,es de lo más sobrante.

Entre grupos literarios:
Se lanzan cuchillos y de todas las figuras literarias.
Es una cosa tremenda ver como muchos ponen a parir al resto en libros, artículos,foros, blogs, etc.
Lo mismo envuelto con un elitismo asqueroso.

Claro, los editores queman a los autores porque exigen que un libro sea hecho en menos de un año por lo que te sale medio crudo. Por eso tantos libros son una desilusión.
Y de otros es imposible saber en medio de la enorme multitud que se edita.

El dios es la ganancia y todo lo demás no importa

Lo que sí es de patéticos paranoicos metalizados es destruir algo sin haberlo vendido.

Los tiempos son maniáticos de la inmediatez.
Ahora la mayoría de la gente no quiere nada que parezca complicado de ver y oír, por eso bien se ha dicho que no sabe mirar películas, y si quiere leer que todo sea como la comida chatarra o la papilla.


Saludos

Lluís Salvador dijo...

Hola, Black Arrow:
Disculpa el retraso en la respuesta.
Es talmente como dices. Y aunque no me alegra saber que mis sospechas sobre las editoriales españolas y su relación con Hispanoamérica se vean confirmadas, sí por lo menos me dan una idea más clara de lo que sucede por allí. Esperemos que algún día existan editores valientes e inteligentes y cambien las cosas.
Un saludo!

Richard Shelton dijo...

Hola

Quería disculparme por un error: corrijo un detalle por una confusión entre números: el que no se publicó en col. Cosecha Roja fue el nº 25, David Goodis, La Rubia de la Esquina

Pero lo hecho con la obra de Jim Thompson sí es cierto.

Esperamos que siga habiendo editores y aparezcan otros con otro criterio que no sea sólo el metálico.


Saludos

Lluís Salvador dijo...

Hola, Black Arrow:
No hay por qué disculparse, estas cosas pasan. Y, de todas maneras, lo del fenómeno Jim Thompson es cierto.
Y lo curioso, al respecto de los editores, es que parecen avergonzarse ellos mismos de las políticas que siguen. De otra manera no se explica que ya empiecen a no numerar las colecciones, para después no tener que pasar por la vergüenza de ver los descatalogados...
Un saludo cordial!

Richard Shelton dijo...

Ya que lo mencionas:
Aquí termino: de lo que encuentro pues hay colecciones con numeración y sin ésta.

La col. de tapa dura no se numera pero sí la misma en tapa blanda o rústica.

Otras tienen numeración en la col. pero algunas obras carecen de esta ni estando dentro de una serie interna.
Un mismo libro o varios pueden tener o tienen diversos números según las ediciones que hayan sacado.

Con ello vas al Isbn y es la Babel completa que mezcla todo: churras con merinas,arroz con mango y el tocino con la velocidad.

Una locura que no se corrige.


Saludos

Lluís Salvador dijo...

Hola, Black Arrow:
Cierto; pero antes las editoriales mostraban orgullo en tener colecciones extensas (y numeradas). Ahora, las liquidan tan rápido que celebrarían el número 100 de una colección manteniendo sólo 10 títulos en catálogo.
Un saludo!