Jazz Porque Sí: Count Basie en el Carnegie Hall
Han habido muchas grandes orquestas de jazz, pero una de las que perduraron más allá de la gran extinción de big-bands que se produjo entre el final de los cuarenta y el inicio de los cincuenta fue la de Count Basie. Y lo hizo consiguiendo una sonoridad propia, de la que muy responsable era el propio Basie, con cuatro notas al piano; Basie no es que fuera un mal pianista, al contrario (y existen sobrados ejemplos grabados para demostrarlo), sino que su estilo se basaba en dirigir desde el teclado, y en eso se limitó a dar órdenes claras y concisas, en un sistema de "llamada-respuesta" que se convirtió en marca distintiva. Pero, por descontado, además de con estilo, la orquesta de Basie siempre hizo muy buena música, y la hizo con grandes músicos.
Aquíe estamos con ella en el Carnegie Hall, y después de un Sure Thing, podremos ver cómo uno de esos antiguos miembros de la orquesta sale a rememorar viejos tiempos, y es nada más y nada menos que Lester Young, "Prez". Y lo hará con un par de temas de esos que les sonarán aunque les parezca que no los han escuchado jamás: Pennies from Heaven y Jumpin' at the Woodside.
Entonces tendremos otra invitada muy especial, que será acompañada por la orquesta de Count Basie: la estupenda Sarah Vaughan, que interpretará, con estilo personalísimo Perdido, I Ain't Mad, Summertime y That Old Devil Moon.
El concierto se cerrará, cómo no, con la pieza que fue el estandarte de la orquesta de Basie durante toda su carrera: One O'Clock Jump.
Y el programa se complementa con una sesión en estudio, en la que la orquesta, acompañando al cantante Joe Williams (un blue-shouter como pocos) interpretará tres temas, entre ellos un histórico Everyday I Have the Blues.
Espero que disfruten de la música del Conde. Y presten atención, como siempre, a los comentarios del Cifu.
0 comentarios:
Publicar un comentario