Los Hombres que No Amaban a las Mujeres, de Stieg Larsson

(Män Som Hatar Kvinnor. Millennium I)
Ed. Destino
Barcelona, 200814 [2005]
Serie Millennium nº1

Parece que el ruido mediático alrededor de Stieg Larsson amaina. De modo que puede haber llegado el momento para evaluar, sin distorsiones, las novelas de Millennium.
Pero, y respecto al ruido mediático, déjenme decir algo: No hay para tanto. Y es lo único que voy a conceder al fenómeno Larsson como tal fenómeno. Y ahora, a por la obra.
Aunque parezca extraño, es necesario hacer un resumen argumental. Se comentan, por lo general, bondades muy abstractas y detalles muy generales sobre la serie, pero, por lo que parece, se da por sentado que todo el mundo conoce el argumento. No es así. Mikael Blomkvist es un periodista de investigación empresarial y financiero que acaba de ser condenado por difamación de un conocido especulador y multimillonario sueco. Mikael sabe que ha sido engañado, que sobre una base cierta y real de estafa le tendieron posteriormente una trampa con un supuesto garganta profunda que le proporcionó información falsa, que le ha llevado a una condena a prisión, a una indemnización y multa y, lo que puede ser irreversible, a la pérdida de su credibilidad.
Es en esta situación cuando Blomkvist recibe un extraño encargo por parte de Henrik Vanger, un prominente industrial. Claro que antes de darle el encargo, Mikael ha sido investigado por una empresa de seguridad, y en concreto por una investigadora freelance, Lisbeth Salander, una personalidad enrevesada, marginal, con problemas sociales y psicológicos, pero un genio en su campo.
El encargo en cuestión es investigar la desaparición y posible asesinato de Harriet Vanger, sobrina de Henrik, hace treinta y seis años. Un caso que ha quedado por esclarecer y que obsesiona a Henrik.
Mikael descubrirá indicios que fueron pasados por alto y, con la ayuda de Salander, tendrá que enfrentarse al cerrado mundo de la familia Vanger, casi en su totalidad residente en una pequeña isla y enfrentada entre sí y a la que, a algunos de sus miembros, les hace muy poca gracia la intervención de Blomkvist.
Como novela policiaca es muy correcta, aunque algo verbosa. Sin embargo, hay que tener en cuenta que es una primera novela. Larsson es uno de esos escritores que quiere visualizarlo todo: quiere tener preparado un perfil psicológico de todos y cada uno de sus personajes, quiere tener una idea detallada de los lugares y quiere tenerlo todo en su sitio. No es un mal método, pero el mismo Larsson debería haberse dado cuenta de que todo aquello que puede ser de utilidad para el escritor no necesariamente tiene que serlo para el lector. Por tanto, muchas veces Larsson amontona detalles que nada aportan a la historia y la enlentecen (y la hinchan hasta las 665 páginas). Con todo, la impresión es positiva: la trama es atractiva, todavía más por el hecho de existir unos personajes, sobre todo el de Lisbeth Salander, potentísimo, psicológicamente activos y atractivos, que se constituyen en el motor de la historia y en objeto de curiosidad para el lector.
¿Es una gran novela? La respuesta es que no. Sobran muchas cosas y faltan muchas otras para que sea así. Sin embargo, y dentro de su género y sus limitaciones, es un policiaco notable, con un personaje potente y extremado, capaz por derecho propio de entrar en el elenco de los grandes personajes del género.

Portada y sinopsis

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8 comentarios:

Vero dijo...

Lluís, yo tengo la curiosidad de leerlo ahora que ha amainado el fervor mediático y así poder opinar con objetividad. Me lo leeré a finales de verano.

Saludos,

Lluís Salvador dijo...

Hola, Vero:
Realmente, el rumor, a favor y en contra, suele perjudicar, si no al libro, sí a la lectura. Si te gusta, bien, pero como no te guste, en todo o en parte, te empiezas a preguntar si es que eres un bicho raro, qué puedes haberte perdido que los otros han encontrado, etc.
Cuando la tranquilidad crece, el juicio también, y ahí tengo que decir que sí he encontrado un personaje potentísimo, el de Lisbeth Salander, claro, y un buen manejo de la intriga criminal. Pero hay defectos insoslayables (y disculpables, caramba, nadie nace enseñado en la literatura), como son que sea excesivamente prolijo y detallista: De modo que me lo he pasado bien leyéndolo, pero no es una novela que me impulse a, habiéndola acabado, volverla a empezar.
Espero que te lo pases bien con ella. Ya me dirás.
Un saludo!

RebecaTz dijo...

Gracias por esta reseña, Lluís, veo estos libros por todas partes pero, como tan acertadamente apuntas, desconocía la trama (ni siquiera sabía que se trata de una novela policiaca).
Quizá algún día me anime a leerla, en realidad me han hecho retroceder las 665 páginas...
¡Un saludo!!

Lluís Salvador dijo...

Hola, Andrómeda:
Bueno, ha sido tal el fenómeno que he preferido esperar a que se calmaran las cosas. A su favor tiene la presentación de un personaje potentísimo, como es el de Lisbeth Salander: es realmente el motor que azuza la curiosidad del lector, y éste sigue en la lectura de la trilogía para ver cómo va a acabar este personaje, un híbrido magnífico de personalidad psicopática, femme fatale y feminista radical, muy atractivo literariamente. El problema puede ser lo que rodea a este personaje: la trama policial es correcta, pero no excelente; la descripción social sueca... prefiero la de Mankell; pero insisto, lo mismo podría decir de muchas de las novelas (sobre todo novelas) de Sherlock Holmes, y me seguirían atrayendo por el personaje.
Ya he comentado, respecto a la extensión, que en gran parte es culpa de la inexperiencia de Larsson; es excesivamente prolijo y detallista en algunos pasajes. La solución, la del lector inteligente: reconocerlo como un defecto y entonces proceder sin mirar atrás: lee en diagonal, sáltate frases que sean fácilmente reconocibles como prescindibles, etc.
Claro está que, después de leerlo, me puedes decir lo errado que estaba con respecto a la valoración :)
Larsson mueve muchas pasiones...
Un saludo!

Veronika dijo...

Hola Lluís!

Me ha sucedido como Andrómeda, he visto un sinfin de comentarios sobre este libro pero todavía desconocía el argumento. Estaba algo intrigada, pero tengo cierta manía: le huyo a los libros de aceptación masiva; ahora puedo darme una idea más clara. Seguramente cuando me apetezca una novela policial, y sino me entero de una mejor en el camino, la leeré.

¡Saludos!

Lluís Salvador dijo...

Hola, Verónika:
Bueno, tengo que prevenirte de una cosa: cuando hablo de Lisbeth Salander como motor de la serie, no es ocioso; su personalidad es tan compleja que te dejará intrigada, y desearás saber más de ella. El único óbice que le pongo a la novela es (aparte de sus deslices de principiante, que en cierta manera son disculpables, pero que están ahí) es que este personaje que, insisto, merece entrar en las galerías de caracteres de novela, no esté mejor arropado. Pero la curiosidad que deja está ahí...
Un saludo!

Arturo López dijo...

Hola, Lluis.
Yo leí las dos primeras partes de Millenium durante este año. Comparto tus puntos de vista sobre "Los hombres que no amaban...", y creo que muchos de esos puntos se repiten en "La chica que soñaba...". Sin embargo, y eso que me considero un competente lector de novela negra y policiaca, me quedaron ganas de leer el tercer tomo, precisamente por saber qué pasa con Lisbeth y con Mikael, luego del inesperado final de la segunda parte. Aunque estamos hablando de más de 800 páginas. Eso sí, lo voy a tratar de leer en inglés, y lo digo no con un ánimo de pedantería políglota, sino porque realmente el texto en castellano llega a ser insoportable. Creo que lo mismo le pasaría a los lectores españoles si la novela hubiera sido traducida por un mexicano, asumiendo que todos los hispanoparlantes hablan como mexicanos.
Saludos cordiales.
Arturo López.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Arturo:
Ahí estamos, Lisbeth Salander es una creación grandiosa, una que merece la entrada en el panteón del policiaco. Pero, Mikael... Me parece demasiado perfecto, demasiado estereotipado. Todo lo que tiene de rompedor Lisbeth le falta anímicamente a Mikael. Si no fuera por Lisbeth, ni me hubiera planteado leer la segunda. Ella es el motor. Y eso es muy grande, crear un personaje así... pero también hay que señalar los defectos, qué le vamos a hacer.
Respecto a la traducción, a mí me pareció pasable. Que no es decir mucho, dentro de lo bajo que está cayendo el listón. Ciertamente le encontré algunos manierismos que me chocaron, pero, repito, el nivel está tan bajo que igual ya me estoy insensibilizando a estas cuestiones. (Pero sigo irritándome con las traducciónes pretendidamente de "argot", que quedan ridículas).
Un saludo!