La Treva, de Primo Levi

(La Tregua)
Eds. 62, col. El Balancí
Barcelona, 1997 [1958]

La Tregua, segundo volumen de lo que se ha venido a denominar "Trilogía de Auschwitz" (el primero, Si Esto Es un Hombre; y el tercero Los Hundidos y los Salvados) ocupa, dentro de esta historia del horror del Holocausto, el relato de los sucedido desde la liberación del campo de exterminio de Auschwitz (o, para ser precisos, desde el abandono precipitado de los guardias SS del campo ante el avance de las tropas rusas) hasta la definitiva repatriación de los supervivientes a sus hogares, un hecho que se prolongó sus buenos diez meses, un tiempo incomprensible y de una duración que se puede definir como casi intolerable. Una especie de cautiverio adicional si no fuera por el hecho de que había desaparecido la finalidad última de los campos, como era el exterminio de sus internos.
En Si Esto Es un Hombre, Primo Levi nos sumía en la desolación del horror absoluto. En La Tregua, lo que permea en el lector es un sentimiento de alivio. Es lógico, puesto que, frente a la desesperanza, los ya exprisioneros se enfrentaban y vivían la libertad.
Pero no la liberación. Pese a ese sentimiento de renacer, el peso de lo vivido seguía acompañando a los supervivientes. Interiormente, muchos seguían siendo prisioneros, y lo serían el resto de sus vidas.
Este es un libro extraño, lleno de contradicciones, las mismas que acompañaron a los liberados más las del mundo que los contemplaba, que tampoco podía comprenderlos, ni su situación actual ni aquellas circunstancias por las que habían pasado. El mundo (es algo común en los relatos de los supervivientes de los campos) no sabía muy bien qué hacer con ellos. Eso creó situaciones intolerables. Internamiento en nuevos campos (de refugiados, los llamaríamos hoy; pero, ¿refugiados de qué?). Cierto, sin la amenaza que planeó siempre en los de exterminio, pero campos al fin y al cabo. No hubo, más que al final, y de forma muy somera, una devolución de la dignidad perdida. O un simulacro de devolución, tan siquiera.
Todo esto no está en el relato de Levi. Éste se limita a narrar hechos. Pero el lector queda con esa impresión de que algo se tenía que haber hecho y no se hizo, o no lo bastante. Levi no llora. Pero lo que trasciende es que los vencedores tampoco cumplieron. Los supervivientes les eran incómodos. Incluso, a veces, da la impresión de que los consideraban superfluos. De muertos en vida a supernumerarios de la vida. Puede argüírse que es un paso significativo. No lo creo así.
Y, por tanto, el tono puede ser de alivio. Pero no deja de ser una historia trágica, más incómoda de lo que parece, más vergonzosa para nosotros de lo que debiera.

Portada
Otros testimonios sobre los campos nazis: Si Esto Es un Hombre, de Primo Levi, La Escritura o la Vida, de Jorge Semprún y El Largo Viaje, de Jorge Semprún

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya comence a leer "Si esto es un hombre" de Levi y creo que me voy a seguir derecho con la trilogia, me parece que tiene comentarios tan agudos en una situacion tan dura. Recuerdo que el piensa como alguien que no esta colerico puede ser tan cruel con otro ser humano. Me parece que te lleva de la mano al lager y te pasea por los horrores que el vivió. Seguramente conseguiré tambien "La Tregua".
Saludos.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Koalbiter:
"Si esto es un hombre" es, tal vez, la obra cumbre de Levi. Porque ese viage al lager del que hablas está hecho desde la serenidad, la estupefacción, la indignación contenida, sí, pero además (y es muy sorprendente) desde la poesía. Y es que hay poemas que pueden ser terribles.
En cualquier caso, la lectura de la trilogía me parece necesaria. Tal vez pueda aducirse que el hecho de contar lo que pasa después de la liberación sea desplazarse del tema principal, pero no lo creo así. La pesadilla de los prisioneros no acabó cuando alguien les dijo "estáis libres". Ni siquiera cuando pasaron los años tras esa liberación. Y "Los Hundidos y los Salvados" tiene unos interrogantes y unas respuestas sobre el tema que son demoledoras.
Un saludo, y gracias por opinar.