L'Inspector Fa Tard, de Manuel de Pedrolo
Eds. de la Magrana, col. La Negra
Barcelona, 19883 [1953]
Una de las características de la novela negra siempre ha sido la de servir de retrato de la sociedad de una época. Un retrato siempre más anímico, moral y social que otra cosa. De hecho, más que la resolución criminal, esa ha sido su principal virtud.
En la época en que esta obra fue escrita, hubo una pequeña eclosión de películas negrocriminales realizadas en Barcelona. Fuera de sus argumentos, sencillos y bienpensantes (y constreñidos por la censura de la época), aunque por su solo planteamiento ya representaban una mínima, inocente si quieren, subversión, su visionado actual resulta más ilustrativo sobre la Barcelona de esa época que cualquier retrospectiva. Porque, por supuesto, su temática no las ceñía a los barrios nobles de Pedralbes o el Ensanche, ni a los fastos del Congreso Eucarístico, sino que descendían a la zona portuaria, al Barrio Chino barcelonés (en donde no hubo nunca un chino), a los barrios obreros de La Sagrera o de La Bordeta.
Esta novela [El Inspector Llega Tarde], leída hoy, sirve (muy involuntariamente, pero da igual) de fresco de portada de la Barcelona de los años cincuenta, y de adecuado reflejo de su clima social.
El argumento es mínimo: se ha producido un robo de nóminas en una fábrica, teóricamente cuando la caja estaba guardada por el protagonista, Claudi Miserachs. ¿Ha sido él? ¿Han robado otros? ¿desde dentro o desde fuera? El caso es que un par de días después, Miserachs empieza a ser seguido y a recibir llamadas telefónicas amenazadoras. La sencillez definitiva de este argumento no es óbice para que sea mantenido en pie por el suspense creado alrededor de la situación por Pedrolo, y que leída hoy esta novela sigue siendo válida y extrañamente moderna para su época.
Manuel de Pedrolo, Premi d'Honor de les Lletres Catalanes, el máximo galardón al que puede aspirar un escritor en esta lengua, fue, además de un novelista de calidad (pese a ser enormemente prolífico), introductor de los géneros en la literatura catalana (en ciencia-ficción, Mecanoscrit del Segon Orígen; en la novela negra, numerosos ejemplos de los cuales sólo es uno esta novela), y lo hizo con una tremenda contemporaneidad y modernidad. En la época en que en España lo más policíaco eran las historias de Plinio, de García Pavón, Pedrolo introdujo la novela negra catalana según los modelos del hard-boiled americanos y del polar francés. Todo ello las hacen hoy tremendamente contemporáneas, escritas con un estilo fresco y propio y disfrutables por derecho propio como modelos de escritura y de tratamiento de los temas. El año que viene se conmemora el vigésimo aniversario de su muerte. Esperemos que esto lleve una recuperación de su obra. Todos aprenderemos de ella.
2 comentarios:
Pues a ver si encuentro por ahí alguna edición, porque guardo estupenda memoria de Mecanoscrito del segundo origen y, por la descripción, creo que este otro también me gustaría.
Hola, Mannelig:
Estuvo editado en castellano por la desaparecida editorial Vidorama en 1989, de modo que va a ser muy difícil que lo encuentres. Pero cosas más raras he visto y me han pasado, de modo que...
También es posible (aunque poco probable) que con el aniversario que se celebrará el 2010 igual a alguien le pasa por la mente aprovechar la efeméride y editar algo en castellano... En fin, que está difícil.
Y sobre el Mecanoscrito, supongo y espero que acabaré hablando de él. Pedrolo y la obra se lo merecen, como corrobora tu opinión.
Un saludo!
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