Jazz Porque Sí: Thelonious Monk 1952

Seguimos con  el repaso de la discografía del más iconoclasta de los jazzmen. Uno cuya concepción musical revolucionó la forma de entender la música, y que si bien no fue seguido en su camino por nadie, muchos de los conceptos que desarrolló fueron de extrema utilidad para el avance de esta música.
Y conforme pasa el tiempo, así evoluciona Thelonious Monk en su música. Escucharemos primero una sesió a sexteto, con Monk al piano, Kenny Dorham a la trompeta, Lou Donaldson al saxo alto, Lucky Thompson al saxo tenor, Nelson Boyd al contrabajo y el grandísimo Max Roach a la batería. Agárrense porque es excelente música la que van a oír, sobre todo las interpretaciones de Dorham:
SkippyHorning In, Sixteen, Carolina Moon, Let's Cool One y I'll Follow You a trío. Y tendremos tomas alternativas, igualmente buenas, de Skippy, Horning In y Sixteen.
Cerrará el programa el inicio de otra sesión de grabación, esta vez a trío, en el que está Gary Mapp al contrabajo y ese cómplice indispensable de Monk que era el baterista Art Blakey, y escucharemos un prodigioso Little Rootie Tootie y la balada Sweet and Lovely.
Los adjetivos se agotan: inclasificable, extraño, fascinante... Pero sobre todo una música original, una nueva concepción del jazz que a poco que se escuche es enormemente atractiva.



Nota para la audición: Si el reproductor de RNE fallara, cosa que sucede con demasiada frecuencia, y no se mostrara bien en su pantalla, debajo de la caja del reproductor hay una serie de enlaces. Clicando sobre el último de ellos aparecerá la pantalla de los podcasts de Jazz Porque Sí, con un reproductor que, esta vez sí, reproducirá a la perfección el programa.

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2 comentarios:

Germán Hernández dijo...

Este Monk me ha parecido tan irreverente y genial en sus interpretaciones y de la mano de la apreciación de Cifu, para apreciarlo mejor, no hay desperdicio en este travieso geniecillo.

Gracias!

Lluís Salvador dijo...

Hola Germán:
Le causó muchos disgustos esa irreverencia. Le acusaron de no saber tocar el piano (falso), entre otras lindezas. Un tipo peculiarísimo, al que acabo de ver en un DVD en una actuación mínima en Oslo. Verlo es realzar todavía su enigma (y comprender porqué lo tildaban de excéntrico), porque parece abstraído siempre. DE repente abandona el piano y se pone al lado, escuchando... en teoría al contrabajo, o al saxo, o a la batería, pero uno diría que lo que está escuchando es otra cosa. Su música...
Muy intrigante. Y muy genial.
Un saludo!