Soylent Green: Cuando el Destino Nos Alcance, de Richard Fleischer

BLOG ACTION DAY 2011: FOOD - ALIMENTOS

SESIÓN MATINAL

(Soylent Green); 1973

Director: Richard Fleischer; Guión: Stanley R. Greenberg, basado en la novela Make Room, Make Room [¡Hagan Sitio! ¡Hagan Sitio!], de Harry Harrison; Intérpretes: Charlton Heston (Detective Thorn), Edward G. Robinson (Sol Roth), Leigh Taylor-Young (Shirl), Chuck Connors (Tab Fielding), Brock Peters (Jefe Hatcher), Joseph Cotten (William R. Simonson); Dir de fotografía: Richard H. Kline; Música: Fred Myrow.

Esta distopía futurista, realizada con cuatro chavos (o, por lo menos, lo aparenta) y sin embargo con un elenco de estrellas (aunque en declive), tiene su importancia. Primero, es una de las películas que, habiéndose visto, no se olvidan (lo de haberse visto es importante; precisamente por su estética puede que no se le preste atención o que pase despercibida). Segundo, es una película que provoca debate, y rara vez aparece en las conversaciones sin que después no se siga una u otra de sus líneas argumentales. Y tiene muchas, debidas al autor literario, Harry Harrison, pero también a que el guionista Greenberg y el director Fleischer supieron verterlas adecuadamente.
En un futuro tampoco muy lejano, el planeta está atestado. Las "jubilaciones", es decir, la eutanasia voluntaria, es ampliamente patrocinada por el gobierno; y la crisis alimentaria es rampante... O lo sería, si no fuera por un producto milagro, el Soylent Green, producto de la explotación marina. Gracias a este alimento maravilla es posible mantener a la población.
Sin embargo, Thorn (Heston) tiene que investigar el asesinato del magnate de la Soylent (Cotten). Sus investigaciones le llevarán cerca, demasiado cerca de una verdad que ni el gobierno ni nadie quiere que se descubra: la composición del Soylent Green.
Insisto en que el presupuesto y la estética resultante lastran una película mucho más intensa y potente de lo que parece. Pero por lo menos, y aparte temática, deja también una magistral interpretación por parte de Robinson, y una escena protagonizada por él que perdura en la mente, la de su eutanasia.
Me he contenido no diciéndoles el final, pero es por prurito. El tráiler oficial prácticamente lo desvela. Pero por lo demás da buena cuenta de lo que es la película, aunque no en toda su profundidad.

Tráiler:


Esta es una entrada que se enmarca en el Blog Action Day 2011, dedicado este año a los alimentos.
Hay mucho sobre lo que hablar y debatir del tema, y podríamos empezar diciendo que ya hemos llegado al punto en que no sabemos lo que comemos. En que existen graves problemas en la cuestión del justo pago sobre lo que se cultiva, y un proteccionismo exagerado por otra parte. En que existen unas cadenas de especulación alimentaria que son prácticamente criminales, capaces de retener producto hasta que el precio alcance el valor que desean; o capaces de destruir excedentes. Podemos debatir en el empleo de plantas alimentarias para la producción de los biocombustibles. Podemos hablar de transgénicos. Podemos hablar de sustitución de especies por otras más rentables, como ha sucedido en el Lago Victoria. Podemos hablar de sobrepesca. Podemos hablar de espejismos alimentarios, como el surimi. Podemos hablar de muchas cosas, y precisamente la finalidad de este Blog Action Day es que dediquen un poco de su tiempo a pensar en algunas de ellas. Si les he traído Soylent Green a su atención o a su memoria es porque tanto en su vertiente literaria como fílmica trata, con rara condensación y coherencia, muchos de estos problemas a los que ahora nos enfrentamos, o a los que nos enfrentaremos en un futuro. Que, no lo olviden nunca, no sabemos qué nos traerá.

btemplates

4 comentarios:

Magda dijo...

La última película que hizo Edward G. Robinson, entrañable la escena en la que llora al ver un pedazo de carne.

Si bien el libro tiene escenas en la que me estremeció pensar en un futuro así la película tiene otras como la que mencionas, el suicidio del co-protagonista, que es inmejorable.

Un saludo!

Lluís Salvador dijo...

Hola, Magda:
Bien apuntado. Edward G. Robinson fue uno de esos actorazos que pasaron por las diversas épocas del cine dejando imprinta en cada una de ellas. Desde gángster a personaje entrañable... y siempre creíble.
En Soyylent Green hace un papel memorable, y la escena de la eutanasia, como apuntas, es una que permanece en la memoria.
Un saludo!

Mannelig dijo...

Y tanto que no se olvida. Si yo creo que, aparte del libro, sólo la he visto una vez, hace la tira de años, y todavía la tengo en la cabeza...

Muy buena reflexión del "Action Day", además de lo puramente cinematográfico.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Mannelig:
Esa escena es curiosísima: porque esto de que no se olvida no es una sensación personal, o nacida de comentarios de amigos. En muchos programas de cine por la radio se repite muchísimo la petición de escuchar la música de Soylent Green, y claro, cuando el locutor ahonda en el tema, lo que quieren escuchar es la música de Chaikovski, Beethoven y Grieg de la escena de la muerte de Robinson, en especial la Pastoral. Sin duda contribuyó a hacer más potente la escena, pero ya era potente en sí gracias a la situación y a cómo la interpreta el gran Edward G.
Y gracias por lo de la reflexión. Se hace lo que se puede, aunque sea poquito.
Un saludo!
P. S. Tienes un Örkény esperando, no lo olvides...