Voci, de Dacia Maraini

Biblioteca Universale Rizzoli, col. Scrittori Contemporanei
Milán, 20052 [1994]

Existe edición castellana en Herce Editores.

Michela Canova vuelve a casa tras un cursillo de puesta al día y se entera entonces de que su vecina de rellano ha sido brutalmente asesinada a cuchilladas. Todavía con el trauma en la mente, recibe el encargo en la emisora de radio en la que trabaja de preparar una serie de programas sobre crímenes no resueltos (que son la mayoría) contra mujeres.
Empieza a compilar datos, pero sea por la proximidad o por la inmediatez, se implica cada vez más en la investigación del asesinato de Angela Bari.
Esta proximidad de domicilio le abrirá las puertas del entorno de Angela, y grabará y escuchará estas Voces del título, voces contradictorias sobre el carácter y la vida de de la víctima, tan contradictorias que resulta muy difícil descubrir la verdad. Todos o casi todos mienten, pero ¿por qué? Y, sobre todo, es muy probable que entre estas voces mentirosas, dolidas, asertivas, convencidas y presuntamente convincentes, esté la del asesino. Un asesino con una intensa sangre fría y una normalidad de comportamiento aparente que no es sino inquietante.
Es evidente que esta novela emplea los modelos del policiaco contemporáneo, pero va mucho más allá para convertirse en un alegato y una exposición contra la violencia hacia la mujer, sin caer sin embargo en el panfleto.
Dacia Maraini es una de las grandes escritoras italianas contemporáneas. Ha recibido casi todos los premios posibles en su tierra (esta Voces, por ejemplo, los Vitaliano Brancati, Zafferana Etnea, Città di Padova, Internazionale per la Narrativa Flaiano) y un gran reconocimiento fuera de ella (su obra más conocida es tal vez La Larga Vida de Mariana Ucrìa).
Desarrolla una narrativa impecable, comprometida, natural, con capacidades descriptivas notabilísimas, capaz de moverse en todos los ambientes sociales, y con una perspicacia psicológica en la creación de sus personajes difícilmente superable. Todas estas virtudes ayudan, y mucho, a hacer creíble una historia que en otras manos hubiese pasado a convertirse en un mero manifiesto; y en hacerla original y única sin renunciar al planteamiento de la problemática general de la violencia de género.
Y lo hizo, además, en 1994, cuando este fenómeno empezaba apenas a despuntar, pero para nada se había convertido en tema de primera página periodístico.
Dacia Maraini es una gran escritora; esto nos proporciona excelentes novelas, pero también nos da obras implicadas con la sociedad. En un mundo literario donde prima el oportunismo y la explotación, siempre será de agradecer que una escritora respete tanto la literatura como para componer relatos que saben tratar temas sociales pero conservando el lenguaje, la estructura y la dedicación literaria que los hacen permanentes en las mentes de los lectores.

Portada de la edición italiana
Sitio web de la autora (en italiano)

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