2001: Una Odisea del Espacio, de Stanley Kubrick

SESIÓN MATINAL

2001: A Space Odyssey
Dirección: Stanley Kubrick; Intérpretes: Keir Dullea (Dave Bowman); Gary Lockwood (Frank Poole); William Sylvester (Heywood R. Floyd); Daniel Richter (Moon-Watcher); Leonard Rossiter (Dr. Andrei Smyslov); Margaret Tyzack (Elena); Robert Beatty (Ralph Halvorsen); Sean Sullivan (Dr. Bill Michaels); Douglas Rain (voz de HAL 9000); Guión: Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke; Director de Fotografía: Geoffrey Unsworth; Montaje: Ray Lovejoy; Dirección Artística: John Hoesli; Efectos especiales y visuales: Stanley Kubrick, Douglas Trumbull, Colin Cantwell et al.

En 1968 pasaron muchas cosas en el mundo: el mayo francés, la primavera de Praga, las protestas estudiantiles en los USA, en México y otros lugares. Un año que se convirtió en simbólico de un cambio en la percepción de la realidad, pero también en el enfoque del futuro donde todas las fronteras estaban abiertas, tanto hacia el exterior de nuestro mundo como hacia el interior de la mente humana. Se puede decir sin ambages que en 1968 la mentalidad social cambió.
En 1968, también se estrenó 2001.
Desprovista de mensaje o provista de todos los que cada cual quiera incorporar, borrachera visual, viaje hacia el confín del universo o hacia el interior de la mente, historia de la humanidad desde sus inicios hasta su posible final, vislumbre de los sucesores del hombre, revolucionaria formal, temática, visual, cinematográficamente, 2001 no ha envejecido ni un ápice pese a su título, lo único desfasado.
Nada en el cine de Stanley Kubrick es jamás superfluo. Por tanto, una visión de 2001 es un espectáculo que, a veces, aturde. Siempre, deslumbra. Pero es una de las pocas películas a las que se puede recurrir una y otra vez, deteniéndose cada visión en sus aspector particulares o en su conjunto general. Será suficiente un visionado para aprehenderla, pero sucesivas contemplaciones descubrirán siempre nuevas cosas de su estructura, su orden, su lenguaje, sus detalles. Una obra de arte es aquella que aporta más al espectador de lo que recibe. En todos los campos, 2001 da más conceptos y aporta más cosas que el tiempo empleado en verla cubre. Esa generosidad próxima al derroche va más allá del arte para alcanzar la maestría.

Tráiler:

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta película me parece maravillosa de un tiempo a esta parte, desde que me la hicieron descubrir. La primera vez que la vi no entendí nada. Ahora simplemente me dejo llevar por las imagenes. Gràcies, Lluís.

Susana

Lluís Salvador dijo...

Hola, Susana:
2001 lleva una carga inconmensurable sobre sus espaldas. Es totalmente interpretable, y todas las interpretaciones tienen razón. Y, por otra parte, es posible, como dices, dejarse llevar. Viaje ¿a dónde? ¡Ah! Tal vez lo que importa sea sólo el viaje.
Gràcies a tu.
Un saludo!