Veredicto Final, de Sidney Lumet

SESIÓN MATINAL

Director: Sidney Lumet; Guión: David Mamet, basado en la novela de Barry Reed; Intérpretes: Paul Newman (Frank Galvin), James Mason (Ed Concannon), Charlotte Rampling (Laura Fischer), Jack Warden (Mickey Morrissey), Milo O'Shea (juez Hoyle), Lindsay Crouse (Kaitlin Costello), Edward Binns (obispo Brophy), Wesley Addy (Dr Towler); Dir. de fotografía: Andrzej Bartkowiak; Música: Johnny Mandel; Diseño de producción: Edward Pisoni.

Una película muy notable en todos los sentidos. Frank Galvin es un abogado fracasado, alcohólico y en el límite de llegar a lo despreciable en su profesión, como es el convertirse en un "cazador de ambulancias" un picapleitos que persigue a la familia de los difuntos y a los heridos en accidentes para pleitear en su nombre y ver si pueden conseguir una tajada de la posible indemnización.
Tiene un caso, sin embargo, el de un pleito civil por responsabilidad en mala práctica médica que, por la aplicación de la anestesia equivocada, ha dejado reducida a un vegetal a la madre de su cliente.
Cuando el obispado propietario de la clínica ofrece una indemnización de 210.000 dólares, Galvin la rechaza y se acoge al resultado del juicio, aun sabiendo que la familia desaprobará esta acción, ya que esperaban conseguir unos sesenta mil dólares.
Aquí entramos en la extrema sutileza de esta película. El resto del argumento se plantea como tantas otras películas de juicios, con una mezcla de thriller de investigación, de oratoria y de enfrentamiento legal, pero me gustaría resaltar que hay dos puntos de giro importantes en la película. El primero es este rechazo de la indemnización. Es evidente que es una osadía, pero nos hace plantearnos cuáles son los auténticos motivos del proceder de Frank Galvin. ¿Podría ser que ésta fuera su última oportunidad, su último caso para reivindicarse a sí mismo como abogado y como ser humano? ¿Y, en este caso, no incurriría en una estafa para con sus representados, arriesgando el dinero que tiene que mantener a la víctima en un hospital para el resto de sus días? Yo, particularmente, así lo creo. Y no obstante, es posible percibir otro giro de Frank Galvin más adelante en la trama. Y es el de que finalmente se dispone a luchar, no para sí mismo, sino por la dignidad de su cliente y por sus derechos. Es un cambio sutil de intención, pero se percibe, gracias a la interpretación de Paul Newman, y es uno que nos reconcilia definitivamente con el personaje.
Hay que destacar dos interpretaciones grandiosas, la de Newman y la de James Mason, pero sobre todo la de Paul Newman. Es un papel muy diferente al que había interpretado; es un personaje débil, temeroso del definitivo fracaso de su vida, frágil; y hasta ese momento, Newman sólo había interpretado personajes "de una pieza", graníticos en su determinación y motivos. Aquí compone una interpretación llena de matices que hace que la película adquiera otro sentido. Porque, si el filme trata de la justicia, o del simulacro que se denomina justicia, y sus fallos, además Newman (en connivencia con Lumet), nos representa la crisis de un hombre abocado al abismo moral de su pasado, presente y futuro, y que intenta por todos los medios redimirse.

Tráiler:

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