Fútbol contra el Enemigo, de Simon Kuper

No se asusten. Sé que el 80 por ciento de la literatura futbolística adolece de una falta de calidad que muchas veces representa un insulto para la inteligencia del lector, aunque por fortuna eso empieza a cambiar. Sin embargo, cuando un libro viene recomendado por Nick Hornby, ese autor que con su libro Fiebre en las Gradas [Fever Pitch] hizo que leer un libro sobre fútbol representase una experiencia literaria para el aficionado a ese deporte y para el que no, cuando un libro tiene esa recomendación, repito, merece que se le preste atención.
Este libro defiende la tesis de que el fútbol es un arma política y, como demuestra, un arma que en ocasiones ha alcanzado una tremenda potencia en el objetivo de moldear la opinión pública y predisponerla hacia ciertas actitudes políticas. No es que el fútbol sea manipulable, sino que es un instrumento, a veces, para la manipulación; en otras, el fútbol se ha convertido en el lugar de expresión de actitudes políticas que no podían ser explicitadas en ningún otro sitio. El caso es que la unión de deporte y política es una que puede resultar más o menos evidente para aquellos que la hayan vivido a cierta distancia (por ejemplo, el Mundial de Argentina), pero lo que sorprende es la frecuencia y la extensión planetaria con la que este fenómeno se produce.
Así, Kuper se dedicó a perseguir estas uniones allá donde se producían, en un trabajo de campo cuyo resultado, una vez leído, recuerda más a la corresponsalía de guerra en su estilo de escritura (en definitiva, al auténtico estilo periodístico de investigación) que a la crónica deportiva.
La explosión de xenofobia antialemana que se produjo en Holanda con motivo de los enfrentamientos entre sus selecciones; la historia de un disidente futbolístico en la DDR perseguido por la Stasi por apoyar a un equipo de Berlín occidental; el fútbol como expresión nacionalista en las repúblicas bálticas; las connivencias del poder y los equipos de fútbol en la Rusia soviética y en la Ucrania postsoviética; el Barça y la expresión antifranquista y nacionalista; el honor africano en sus respectivas selecciones; el factor de cohesión nacional del deporte en la Sudáfrica de poco después de la abolición del apartheid; el ya citado Mundial de Argentina y cómo la dictadura militar lo manipuló para conseguir un aval externo a su política; el fútbol visto como reivindicación social en Brasil; la Old Firm, es decir, los enfrentamientos entre el Glasgow Rangers unionista y el Celtic de Glasgow "un equipo irlandés que juega en una liga extranjera"; el fútbol en Croacia, donde sus aficionados más radicales formaron el núcleo primigenio del nuevo ejército croata; y el fútbol en Oriente Medio y el Islam, con diversas connotaciones políticas y sociales.
Como vemos, los ejemplos son demasiado numerosos como para pasar el fenómeno por alto o desdeñarlo como una cuestión marginal. Kuper, que se muestra como un periodista de alto estilo, mejor profesionalidad y de mente lúcida, fue, vio, habló con todos los que pudo al respecto y sacó conclusiones. Si se hubiese limitado a un artículo, este libro no sería nada; tomado en conjunto, es un estudio que va más allá, mucho más allá, del deporte, para entrar en lo que los historiadores gustan ahora de denominar "pequeña historia". Pero historia al fin. Y a veces, no tan pequeña.
Leer este estudio es un placer, guste el fútbol o no. Curiosamente, los momentos más flojos del ensayo de Kuper se producen cuando únicamente habla de fútbol, cosa lógica si pensamos que este deporte sigue teniendo adscripciones personales, a un club, selección o estilo de juego, y que el resto es de poco interés para el aficionado. Pero cuando retoma el pulso de las implicaciones sociológicas e históricas, Kuper vuelve a describir y estudiar experiencias y hechos que no tienen desperdicio.
El autor ha revisado y ampliado muy poco esta edición con respecto a la de 1995; es una lástima, pero hay que decir que revisarla le hubiese llevado otro año de estudios de campo, algo que probablemente no quería hacer. Pero este libro es la simiente de algo. Probablemente no sea Kuper, pero todo buen periodista debería tomar nota de lo que dice Kuper, y realizar esa revisión por sí mismo. Una cosa es segura: después de este libro, la visión del fútbol como fenómeno social no fue la misma. Y el ensayo histórico adquiría un libro imprescindible.

(Football Against the Enemy)
Contraediciones
Barcelona, 2012 [1994, 2012]
Prólogo de Santiago Segurola

Portada y sinopsis

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