Escorpio, de Gerardo Diego

Dentro de mi tradicional reticencia a comentar la poesía (ya saben: opino que es un contrato personal entre el poeta y el lector), déjenme decirles solamente que Gerardo Diego, de la generación del 27, fue uno de esos poetas que mejor supo reunir la expresión tradicional con el vanguardismo, tanto formal como temático. El poema que les traigo hoy es buena muestra de ello, y pertenece a un conjunto de poemas llamado Zodíaco que se hallan en el poemario Evasión. He tenido dificultades para seleccionar sólo uno de esos poemas, y dudas hasta el último momento. Finalmente me he decidido por "Escorpio" por la fuerza y lo inusitado de sus imágenes.

Escorpio. Se retuerce en los mares
.....horizontal.
Saluda a la rojiza Antares
.....a la Cruz Austral.
Mordeduras. Baba. Ira.
La Virgen en el trapecio,
se columpia y le mira
.....con desprecio.
Se enreda la madeja
de las estrellas. Una se queja.
Y hay un secreto trigonométrico
en su laberinto geométrico.
Algunas se desgajan
y como hojas secas bajan,
.....haciendo eses,
a posarse sobre los cipreses
....de los cementerios.
Escorpio. Audacia. Adulterios.
....Esta mañana
se nos ha muerto la hermana.

En Imagen
Del poemario Evasión
Ed. Aguilar, col. Crisol, serie especial
Madrid, 1987 [1918-1919]

btemplates

4 comentarios:

peke dijo...

Hace tanto tiempo que dejé de leer poesía qye ya no recordaba lo buenos que son los poetas de la generación del 27. Un placer.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Peke:
Bueno, bueno... Eso de la poesía hay que arreglarlo, aunque sea leyéndola de vez en cuando, ¿eh? La poesía es lo que más profundamente puede llegar a una persona, y hay poemas para cada ocasión y estado de ánimo. Un rinconcito del estante para esos libros de poesía y recurrir a ellos es hasta terapéutico.
Un saludo!

peke dijo...

Acepto lo que dices -porque es muy atinado- siempre y cuando no te refieras a esta poesía pretendidamente moderna que ni ritmo tiene, solo porque en un momento dado pareció ponerse de moda eso de que en poesía todo vale. A mis años, llega un momento en que vas delimitando intereses y ampliando otros y la poesía -en general- dejó de interesarme cuando empezaron a caer bajo mis ojos cosas... inenarrables.
Claro que a los clásicos se vuelve siempre. Y siempre que se entiendan, claro. Porque a Góngora (exceptuando sus poemas populares) no lo podía tragar ni cuando lo estudiaba.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Peke:
Por descontado: la poesía puede prescindir de la rima, puede prescindir de la métrica, pero no puede prescindir del ritmo. Y los que creen que el verso libre sonsiste en escribir en líneas partidas, no tienen ni puñetera idea de poesía, no digamos de todo lo demás.
Pero los poemas auténticos, esos que llenan, están ahí presentes. Y no se está haciendo mala poesía, hoy. Lo que sucede es que es muy difícil encontrarla entre el bosque de mala poesía que se edita, patrocinada, premiada o autoeditada.
Pero yo, por ejemplo, tengo muchas veces necesidad de recurrir a un poema amigo que ya he leído infinidad de veces. O de enfrentarme a otros poemarios de un autor que me haya complacido.
Y respecto a Góngora, es cierto que tiene poemas demasiado alambicados. Pero tiene, aparte de la satírica, unos poemas de amor que valen mucho la pena.
Un saludo!