Seta, de Alessandro Baricco

Rizzoli, col. Biblioteca Universale Rizzoli La Scala
Milán, 199914 [1996]

Existe edición castellana publicada por editorial Anagrama.

Al respecto de Seda, Pietro Citati dice: "En la mañana en la que escribió Seda, Alessandro Baricoo imaginó que toda la literatura del mundo hubiese desparecido... Como Flaubert, quería escribir 'un libro hecho de la nada'..."
Es una evidente exageración. No podemos saber en qué pensaba Baricco cuando escribía Seda ni sus lecturas anteriores, ni si se pudo abstraer de éstas; pero lo cierto es que ex novo o referenciada, Seda tiene reminiscencias. Al mismo Flaubert, por ejemplo; o a las ficciones orientalizantes que tan de moda estaban en la época y su inmediata posterior en que se sitúa la novela, 1860 y aledaños. Pero me parece a mí que las bondades de la novela (en realidad novela corta) de Baricco no hay que buscarlas en esta supuesta originalidad. Al fin y al cabo la literatura es un río que fluye, y tiene muchos aportes que se pueden obviar o no, pero ni una cosa ni otra es un mérito en sí mismo.
Es marrar el objetivo, porque este relato tiene otras cosas que lo hacen notable. Su historia es la de un hombre, cuyo oficio es el de conseguir en el medio oriente los huevos de gusano de seda que alimentan a la industria sedera de Lavilledieu. Cuando los huevos conseguidos por este medio fracasan en su casi totalidad debido a una epidemia, se plantea la necesidad de que Hervé Joncour viaje a Japón para conseguir huevos sanos. En Japón, Hervé conocerá (vislumbrará apenas) a una mujer que le fascinará y hará que, año tras año, aun cuando no haga falta, regrese al Japón para seguir lo que podríamos definir como un cortejo enormemente dilatado en el tiempo y en extremo pausado, puesto que se basa en un contacto fugaz de unos pocos días, a veces unos pocos instantes, cada año. El final, que puede sorprender o no al lector, lo dejaremos en la sombra.
Baricco trata un universal, como es el deseo de aquello que parece inalcanzable y la poca consideración que el ser humano presta a aquello que ya posee. El mérito es hacerlo oscilando continuamente de la exaltación a la conformidad y luego a la añoranza para volver de nuevo a la exaltación, y hacerlo con un lenguaje contenido pero emocional, que hace que el lector acompañe a Hervé compartiendo la tensión narrativa. Lo apoya, además, en una estructura aliterativa, que marca los ritmos y las transiciones como si del estribillo de un poema se tratara, y que la emparenta con la prosa poética, una forma que se adapta a la perfección a la historia.
Seda es una obra curiosa, muy agradable, muy bien escrita, que sin ser una obra maestra para nada es obviable, y cuya lectura aporta una satisfacción emocional y humana que el lector no tiene por menos que agradecer.

Portada y sinopsis de la edición italiana
Portada y sinopsis de la edición española

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2 comentarios:

Helena Justina dijo...

Jo la vaig llegir fa anys, a més també en italià, encara que en una edició de butxaca, i em va agradar moltíssim. Bona literatura de la que enganxa i no deixa indiferent. Una elecció molt bona. Salutacions

Lluís Salvador dijo...

Hola, Helena:
A mi em va enganzar de seguida, i la vaig acabar en una nit. Tot i així, lùnic dubte que tinc és saber com aguantaria una segona lectura. Al club de lectura en italià al que vaig (o sigui que la elecció en aquest cas és mèrit de Ludovica Valentini, la seva coordinadora; però vaja, és una altra forma de fer que les meves lectures siguin vagaríboles), al club, deia, ja l'havien llegit anys enrera... i l'opinió majoritària era que en primera lectura enlluerna i en segona decep una mica. Però això passa amb moltes obres. Potser és necessari deixar passar temps fins que tornes a tenir ganes d'enganxar-la. En tot cas, insisteixo, Seda és molt satisfactòria.
Una salutación ben cordial!