Jazz Porque Sí: Sidney Bechet en el Olympia de París

Sidney Bechet fue uno de esos jazzmen de primera hora surgidos en Nueva Orleáns, que hizo sus armas en los bares, en los pasacalles y funerales a una edad temprana que hoy resultaría ilegal. Pasó como figura por la grabación sonora de los primeros tiempos y finalmente llegó a Francia, donde encontró algo parecido a la tierra prometida.
En efecto, en Francia, el nivel de adoración (no existe otra palabra) que se le rindió no tuvo igual en ninguna otra parte. Además, su popularidad allí tuvo su efecto en España, y fue uno de los jazzmen de los que era frecuente encontrar discos en muchos hogares españoles.
Además, tocaba el saxo contralto, un instrumento inusual y difícil (y que ha sufrido humillaciones posteriores, como las que le infligió Kenny G.). Con una potencia descomunal, un swing enorme y un sentido para la balada y el blues impecable, fue durante años el músico de jazz perfecto.
El Cifu, como siempre, se lo explicará mejor. Pero, por mi parte, sólo tengo que añadir que, grabado en estudio, en concierto en un lugar cerrado o donde fuera, escuchar a Sidney Bechet siempre me ha provocado un sentimiento luminoso, aireado y expansivo. Cuando escucho a Bechet, siempre tengo la impresión de que toca al aire libre y al sol.
Gracias siempre al programa Jazz porque sí de Radio Clásica de Radio Nacional de España por poner a disposición su música. Consulten sus podcasts y escuchen el jazz de su elección.


Sydney Bechet, saxo soprano americano (Jazz porque Sí)

Nota para la audición: Si el reproductor de RNE fallara, cosa que sucede con demasiada frecuencia, y no se mostrara bien en su pantalla, debajo de la caja del reproductor hay una serie de enlaces. Clicando sobre el último de ellos aparecerá la pantalla de los podcasts de Jazz Porque Sí, con un reproductor que, esta vez sí, reproducirá a la perfección el programa.

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2 comentarios:

Veronika dijo...

Ohhh qué maravilla, Lluís... Estos hallazgos son, para mí, el ejemplo más acabado de que la magia existe.
Estoy aquí, mirando por una ventana blogs, mis queridos blogs, y, por la otra buscando algo de jazz por youtube. Y ahora me encuentro con este post, terminaste con la bifurcación.

Soy muy ignorante en materia musical. Busco la música que me gusta a ciegas, escucho un sonido, una melodía y me aferro a ella. Amo el jazz desde pequeña, aunque muchas veces no tenga ni idea sobre el orígen de lo que escucho... ¿Hay acaso algún sonido que sugiera mayor complicidad que el del saxo?.
y lo bien que va con los libros... Un maridaje perfecto.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Verónika:
Estos círculos son los que dan magia a la vida, como comprendieron muy bien Borges y Cortázar.
El jazz... ah, el jazz. Música de mi vida y expresión de la variabilidad de la vida, en la que puedes escuchar una sola melodía miles de veces sin repetirla jamás. Música cómplice y música íntima.
Y en eso, he tenido suerte. Ese Cifu que explica las cosas (y que por suerte nuestra radio nacional nos pone a disposición) es quien más sabe de jazz en España, y siempre me descubrirá cosas, o me recordará intérpretes, o me iluminará en conceptos. Te recomiendo fervientemente que cliques en la etiqueta de "jazz" del blog, porque allí encontrarás... bueno, si lo que produce el Cifu tres veces por semana en su programa es bueno, puedes considerar lo que yo selecciono en el blog: lo que creo que es excepcional. Auténticas joyas, créeme. Y respecto al maridaje con los libros, no te pierdas la suite shakespeariana de Duke Ellington, que puse en post hace tres semanas. Pero el mérito (aparte del de Duke, Strayhorn y sus muchachos, claro está) es de Juan Claudio Cifuentes. Aprenderás un montón con él, y escucharás el mejor jazz que se pueda oir.
Un saludo!