Las Muertas, de Jorge Ibargüengoitia

RBA Libros, col. Narrativas
Barcelona, 2009 [1977]

Debido a una venganza pasional frustrada, Simón Corona es capaz de identificar ante la policía a quien la ha perpetrado. Unos días después, Simón es interrogado al respecto de si él y la acusada Serafina Baladro realizaron una inhumación clandestina. Simón dice que sí, y esta declaración le cuesta seis años de prisión. La narración entonces parte de este hecho para proseguir con la historia de los prostíbulos regentados por Serafina y su hermana Arcángela y los hechos criminales que tuvieron lugar en ellos y desembocaron en la muerte de, al menos, siete mujeres.
Esta historia está basada en un hecho real, pero eso no importa. O, mejor dicho, importa lo justo. Es interesante para la crónica criminal, por su hecho social, incluso para descubrir los mecanismos de elaboración de la historia literaria de Ibargüengoitia partiendo de la realidad criminal. Pero, en lo que respecta a la novela en sí, tiene poca importancia porque ésta es una narración en la que cómo se cuenta tiene la misma importancia o más que lo que se relata.
Ibargüengoitia es esta novela revolucionó el relato criminal (e incluso el de terror) mexicano en un principio e hispano con posterioridad. Escoge para su relato la forma cuasijudicial, con relatos de diversos testimonios, con una prosa expositiva, cuya frialdad, sin embargo, va mediatizada por un leve humor sarcástico. Y es curioso, pero el lector sale de ella, en una novela muy poco dialogada, con la impresión de haber escuchado las voces de todos los personajes y sus conversaciones. En una novela multifocal, de continuo cambio de punto de vista, se tiene la extraña sensación de haber estado siempre en el centro de los acontecimientos sin haberse movido de lugar. En una novela muy aseverativa, se finaliza teniendo una rara y precisa composición psicológica de sus personajes.
Es un raro y magistral ejercicio estilístico, y uno que, tras una aparente naturalidad de lectura, implica un esfuerzo de estructuración enorme, realizado además con una economía de medios asombrosa. Encontrar la voz justa para narrar una historia es algo difícil. Ibargüengoitia la halla con una facilidad que sólo puede ser producto de un don excepcional o de un trabajo inmenso.
El caso es que estos múltiples tonos, irónico, dramático, escueto, etc., hacen que iniciada la lectura sea imposible desentenderse de esta novela. Las Muertas es mucho más que un policíaco. Es un apunte rural, un esbozo histórico, un detalle cultural, un paseo por el horror. Aprovecha el tono judicial, pero rechaza el modelo policiaco. Efectúa descripciones de lugares que son más apuntes psicológicos de personajes que otra cosa. Sus personajes parecen descarnados, pero sus acciones hablan más de ellos que ellos mismos.
No cabe en una reseña el análisis que podría hacerse (y merecería) una novela como esta. Y tal vez no haga falta. Investigar esta novela puede que sea un curso completo de narración, pero para el lector no le es necesario. Leer Las Muertas es una experiencia que sólo proporcionan las obras maestras.

Portada y sinopsis
Otra reseña, publicada en el blog Letras en Tinta

btemplates

4 comentarios:

RebecaTz dijo...

Estupenda reseña, Lluís, me alegra que te haya gustado el libro.
Leí por ahí que Jorge Ibargüengoitia se propuso escribir esta novela para evitar de momento la posible creación de obras más complejas, pero que le resultó contraproducente porque escribirla le costó mucho más de lo que hubiera podido imaginar.
¡Saludos!

Lluís Salvador dijo...

Hola, Andrómeda:
¡Y tan contraproducente! Ya digo que una novela como esta sale gracias a un talento natural (que es muy infrecuente) o a un esfuerzo tremendo, de estructura y de pensamiento. Y no quiero decir que prefiera un don por encima del trabajo. El trabajo también da pequeñas maravillas, como esta novela (aunque, reconozcámoslo, Ibargüengoitia tenía, si no el don de escribir "de primeras", sí una idea muy clara de qué y cómo quería escribir; y se nota).
Un saludo!

Arturo López dijo...

Hola, Lluis.
Veo que este mes has reseñado dos obras de grandes escritores mexicanos. La prematura muerte del talentoso Ibargüengoitia es una pérdida que los lectores mexicanos no terminamos de lamentar. "Las Muertas" narra el sórdido episodio de las Poquianchis, en el estado mexicano de Guanajuato de una manera magistral y de acuerdo siempre a ese humor fino y corrosivo que distinguió a Don Jorge. Con motivo de la conmemoración centenaria de la Independencia y la Revolución, son dos las obras de Ibargüengoitia que se están leyendo mucho: "Los pasos de López" y "Los relámpagos de agosto", la primera situada durante la guerra de independencia y la segunda, cómo no, en la carnicería que se armó entre los supuestos ganadores de la Revolución Mexicana. Y claro, se trata de parodias divertidísimas acerca de la condición triste y hasta ridícula de los héroes a quienes ahora se rinde oficial pleitesia, pero que no pasaban de ser simples seres humanos, más aventados a la lucha por las circunstancias que por ideales libertarios y de justicia.
Como siempre, un placer visitar tu blog.
Arturo López.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Arturo:
Como siempre, aportas más carga a mis lecturas, pero es una que se agradece gustoso. Ibargüengoitia ya se ha convertido en uno de mis autores favoritos.
Por cierto, y creo que te gustará saberlo, gracias a esa conversación que mantuvimos en este blog, la biblioteca de mi barrio ha adquirido una selección de novelas mexicanas, policíacos y no tanto, que me comentabas, De modo que en estos momentos, y gracias a ti, la literatura mexicana es un poquito más conocida en Barcelona.
Un muy cordial saludo!