Es imposible resistirse a los llamados "números redondos". Siete meses después de iniciado este blog, llego a esta cifra significativa. Y, por fortuna, ni empecé solo ni he llegado a esta etapa en solitario.
Ahí a su derecha tienen ustedes una lista de blogs, les insisto, que representan lo mejor que he encontrado en este mundillo. Calidad intrínseca aparte, que la tienen, en ellos sobre todo encontrarán buena gente.
Sá y su Gemelo, que está en el origen de esta excentricidad y con el que aprendí qué era un blog y que en la fría pantalla hay también calidez y reflexión.
Miss Missing y su Sensus Amoris, donde siempre me he sentido como en el salón de mi casa.
Dani y el blog del Club de Lectura de Ciencia de la mejor biblioteca, a mi gusto, de Barcelona, con el que hemos recorrido el proceloso camino de los bloggers, probando y errando, siempre teniendo presentes a los lectores, fueran uno o mil.
Carmen y su Saborearte, o la gastronomía hecha cuento. El espíritu de Vázquez Montalbán, Camilleri y tantos otros planea por sus entradas.
Magalí y su Rayuela Cosmicómica, alguien que ama más a Cortázar que yo, y ya es decir, y que me descubre nuevos libros o me recuerda viejas lecturas; y me hace jugar al arte.
Verónika y sus Almas Grises y los Caballitos Persas, o la literatura con bendita pasión y una poetisa impresionante.
Andrómeda, siempre con un comentario exacto y preciso surgido de su Tintero. No hay mejor deseo para ella que todo el tiempo necesario y más para que lea y comente todo lo que su entusiasmo requiere.
Bárbara y su Fermé la Bouche, persona generosa que regala visiones de libros y almas en pintura.
Gustavo, en su Casa de Asterión, teórico terrible, polemista tenaz, con un sentido del humor y bonhomía que trasciende su aspecto feroz y hace inevitable el aprecio y el cariño.
Milserifas y sus millares (ojalá) de serifas, fino comentarista, atento siempre al libro como cosa total, idea, objeto, arte.
Javier, que no deja que permanezcamos en su Zaguán, sino que nos invita a sus lecturas, y con el que comparto muchas veces autores y temas gratos.
El binomio que compone con gusto y acierto (salvo un par de errores, como son dos entradas mías que no sé porqué se empeñaron en publicar) 500 Ejemplares. 300 se ha convertido en símbolo de la resistencia espartana. Los 500, de defensa de la literatura y la palabra libre.
Carolina y sus Tejados sin Gatos (y su casa llena de ellos), que regala relatos y percepciones. No se espera menos de su generosidad, inmensa.
Germán y su Signo Roto, presto a descubrirnos poetas y a bien razonarlos. Al elogiarle un poema de Cardenal que reseñó, me envió otros poemas, para mi lectura y disfrute. ¿Qué se puede decir ante esto?
Luis y su Humor Vagabundo, siempre incisivo en el análisis y siempre presto a recibir de buen humor y con amabilidad extrema a sus visitantes. En sus vagabundeos he asistido a la mejor tertulia literaria de mis últimos diez años.
Madoguna, y su Brújula que nos orienta en lecturas muchas veces desconocidas para mí y que pasan a formar parte de mis proyectos de lectura.
Jordi Nadal, que jamás me ha revelado su secreto para multiplicar el tiempo y leer, leer y leer...
En fin, Blanca y el Gusanillo de los Libros que todos tenemos, Camilo, que pone el Ojo en la Paja,
Teresa en Metrópolis, Amparo, Cristina, Juan, Mónica y Provi reforzando el Fondo de Catálogo, Carlos, Juan Carlos, Ferran, Jaume y Chema que mantienen el Libro Abierto, Sonia, Maria, Ramon, Silvia y Carolina y sus Históricas, o Elena, Perdida entre libros.
Las firmas invitadas, Dani González, Susana y Luis Moreno Villamediana, y otras que vendrán. Es un auténtico privilegio tenerlas aquí, y sus reseñas no hacen sino elevar el nivel de este blog.
Los seguidores, que son como esos socios o mecenas que mantienen museos e instituciones, como se dice, "más allá del deber". Muchos ya han sido citados por sus blogs. Otros, Magda, Olivia, Emiliano, el Hada, Juliett y Adán, están ahí. Ver los rostros o avatares de todos ellos al abrir la página hace que uno se sienta acompañado y que el viaje valga la pena.
Los que comentan. Existe la soledad frente a la pantalla en blanco, pero también la soledad frente al texto publicado. Cuando alguien pierde un minuto o diez de su tiempo para realizar un comentario hace que esa pantalla sea menos fría, y añade valor a mis tonterías.
Los lectores. Los hay, aunque sea difícil percibirlos. Comenten o no, para ellos se hace esto, y por ellos no es tiempo perdido. No puedo sino agrdecerles su paciencia y comprometerme con ellos para mejorar.
Este blog no surgió como un acto egocéntrico, ni mucho menos por el convencimiento de que tenía una verdad que transmitir. Hubieron personas, sin duda generosas, que me lo sugirieron y me animaron. Ahí empezó, con dudas y con el deseo de transmitir amor por los libros y la literatura, y convencido de que habían otros que lo harían mucho mejor que yo.
Y así sigo, con los mismos convencimientos, deseos y dudas, pero también con el conocimiento y las lecciones que he podido adquirir de todos los anteriormente citados. Gracias a este blog he encontrado amistad, humor, camaradería, respeto, conocimiento, sabiduría y bondad. No es poco; en absoluto es poco. Pero, sobre todo, he hallado generosidad. La auténtica, porque ni un sólo céntimo se mueve aquí, y sin embargo puedo afirmar que he recibido mucho más de lo que he dado. Siempre he estado convencido de que existe más gente buena en el mundo que mezquina. Conocerla, conocer a esta buena gente antes citada, sin embargo, es un raro privilegio que me hace mucho mejor. Gracias a todos.