Un Juguete para Juliette, de Robert Bloch

(A Toy for Juliette)
En Visiones Peligrosas I (Dangerous Visions)
Ed. Martínez Roca, col. SuperFicción
Barcelona, 1983 [1967]

Robert Bloch, autor de Psicosis (una novela discreta que dio origen a un clásico cinematográfico, pero que contenía una vuelta de tuerca en la literatura de terror de la época, es decir, el asesino psicopático), escribió también un relato famoso en el mundo anglosajón, Suyo Afectísimo, Jack el Destripador (Yours Truly, Jack the Ripper), que representaba un aggiornamento de una de esas figuras que conforman el pozo mítico colectivo que todos compartimos y conocemos aun sin haber hecho el menor esfuerzo por leer, ver u oír los detalles particulares de ese personaje. Cuando hablamos de Jack el Destripador, todos sabemos a quién nos estamos refiriendo.
Al serle pedido un relato para la antología Visiones Peligrosas, en esta petición se formuló específicamente que incluyera esta figura.
Acostumbrado a trabajar con símbolos extremos, Bloch decidió llevar la figura de Jack a un futuro lejano y confrontar a este sádico "¿justiciero?" con un símbolo sadiano, una Juliette heredera del personaje creado por el que algunos denominan "el divino marqués".
Dar un resumen de un cuento de siete páginas sería criminal. Baste por tanto lo apuntado, y señalar que es una adecuada exploración de hasta dónde y cuándo los límites del placer erótico se convierten en patología y en la perversión del concepto de que si el paraíso de un sádico es la compañía de un masoquista, el infierno bien puede ser el encuentro entre dos sádicos. No es mal bagaje para un relato de esta extensión y muestra bien que el cuento de terror (que muchas veces es alegórico por naturaleza) constituye un óptimo vehículo de exploración de las particularidades humanas, por extremas (o precisamente por serlo) que estas sean.

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2 comentarios:

Román Ahuí dijo...

Gracias por tu visita y el comentario en mi blog. Por aquí me tienes dando un vistazo a tus letras.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Román:
No faltaría más. Bienvenido, y ya sabes, siéntete con toda libertad para comentar, opinar, etc. A tu disposición.
Un saludo!