El Corazón Delator, de Edgar Allan Poe

(The Tell-Tale Heart)
En Cuentos/1
Alianza Ed., col. El Libro de Bolsillo
Madrid, 1980 [1843, 1845]
Prólogo, traducción y notas de Julio Cortázar
o
En El Gato Negro y Otros Cuentos
Eds. Generales, col. Tus Libros
Madrid, 1983 [1843, 1845]
Introducción de Juan y Constantino Bértolo Cadenas
Ilustraciones de Harry Clarke y Arthur Rackham

«Me es imposible decir cómo se me metió por primera vez la idea en la cabeza; pero, una vez dentro, me obsesionaba día y noche. ¿Propósito? Ninguno. ¿Pasión? Descartada. Yo quería al viejo. Nunca me había hecho daño. Nunca me había insultado. Su oro no me atraía. Creo que fue su ojo. ¡Sí, eso fue!»
En este instante preciso, en este exacto lugar, Edgar Allan Poe puso, no los cimientos (que ya habían sido puestos por él y otros autores con anterioridad), sino la piedra angular sobre la cual se iba a construir el género de terror y buena parte de la literatura general moderna.
El protagonista de El Corazón Delator nos sugiere que le llamemos loco, porque de lo contrario, no existiría otra explicación para su crimen y su motivación. Aún así, el lector queda con la inquietante sensación de que incluso la locura no alcanza a explicar los hechos y el proceso mental de su protagonista.
Jamás antes se había escrito un relato en el que el mal, puro y sin paliativos, sin motivaciones racionales, hubiera quedado tan en evidencia.
Pero además, con anterioridad, prácticamente todos los cuentos de terror escritos provenían de una maldad extrínseca. Ser atacado por un vampiro, por un hombre-lobo, visitado por un fantasma, tiene su equivalente moral a ser alcanzado por un rayo. Aún cuando ese ataque esté desencadenado por las acciones del atacado, la misma noción del castigo implica una respuesta externa, un equilibrio de fuerzas entre el bien y el mal. No así en El Corazón Delator, donde los hechos descritos, y su conclusión, no provienen más que de una maldad única, irracional e inexplicable, que surge del propio interior, del protagonista. Sin causa, ni aparente ni real.
Este es un cuento, en su brevedad, perfecto. El protagonista ejerce fascinación por su minuciosidad ¿patológica?; por su maldad sin finalidad y sin principio. Su ejecución, su lenguaje, su conclusión, todo en él es preciso, tocado por el genio que fue el maestro, el pionero, el precursor, el imprescindible Edgar Allan Poe.

Portada y sinopsis

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11 comentarios:

mario skan dijo...

Hace pocos días en el blog de Berti llamado bertigo se publicó un artículo sobre cómo los latinoamericanos adoptamos a Poe ( el autor es Juan Gabriel Vázquez )muy interesante.
Leo tu reseña y me viene a la mente la traducción de los cuentos completos de Julio Cortázar en Alianza.
saludos

Anónimo dijo...

Como diríamos en Costa Rica: “No hay quite”, es decir, Poe es genio por todo lado.

El elemento que señalás de la maldad intrínseca, se da en correspondencia a una modernidad que ya no castiga el cuerpo, sino la mente. El sujeto interioriza el castigo y en ello radica su tormento, de ahí que el protagonista de esta historia tampoco es malo “puro”, perverso, porque si así fuera no se habría obsesionado por el latido. Es un neurótico, como casi todo sujeto moderno.

Anónimo dijo...

Hola Lluís,
se podria decir algo parecido sobre el "Crimen y Castigo" de Dostoievski? a mi es un libro que me impresionó. Sin ser de la brevedad de Poe, me parede una radiografia del mal y del sentimiento de culpa de una profundidad tal que a su lado, la mayoria de manuales de autoayuda parecen contraportadas de "La Vanguardia", como mucho.
Un saludo

Ramon

Lluís Salvador dijo...

Hola, Mariano:
Pasaré por ese blog. Es un tema interesante, el de la adopción de Poe, no sólo en América, sino en el mundo.
Habrás visto que cito las dos mejores ediciones que conozco, la de Alianza por la traducción de Cortázar, y la de Anaya por las ilustraciones de Clarke y Rackham. Siempre he soñado que se hiciera una edición que reuniera ambas características... Pero parece que incluso Anaya está renunciando a las ilustraciones clásicas...
Un saludo!

Hola, Asterión:
Por supuesto, esa es la modernidad, y en el fondo estamos diciendo lo mismo. Ya no es un elemento externo, argumentable, razonado, lo que horroriza, sino la obsesión del protagonista, que es irracional y sin sentido. Aún así, Poe fue el primero que la puso en el papel, de forma concisa y magistral.
El interiorizar el castigo... Ya no estoy tan seguro en eso. Creo más bien que Poe quiso representar esa obsesión irracional incluso más allá de la muerte, más allá de su aparente terminación física. En resumen, que el protagonista sigue obsesionado mucho después de haber liquidado presuntamente el objeto de su obsesión.
Y, por otro lado, no hay que olvidar que la psicología ni había nacido ni había vislumbre de nacimiento. ¿Y quién se había parado a meterse en la mente de un loco? (Cervantes, claro, y Shakespeare, pero no de un loco obsesivo y sin intervención externa, en una especie de monólogo desquiciado que, sin embargo, aterroriza por lo racional).
¡Cuánto da para hablar un cuento tan breve!
Un saludo!

Hola, Ramon:
Se podría, pero con diferencias. El crimen y castigo de Dostoyevski tiene por objeto una maldad existencial y razonada, pero también motivada por un motivo racional, como es el dinero, disfrazado de la excusa de acabar, de paso, con un elemento, en el fondo, indeseable. A partir de entonces, entra el castigo, que es ese remordimiento posterior.
Como le he contestado a Asterión, el caso de Poe no creo que sea remordimiento, sino una prolongación de la obsesión. El protagonista no se sumerje en una espiral de expiación, sino en un renacimiento de la obsesión, esta vez inalcanzable, de modo que, para erradicarla, pide ayuda externa.
Y, claro, Crimen y Castigo trasciende épocas y modas por cuanto se trata de un planteamiento modélico del tema. Pero yo de tí, no lo recomendaría como manual de autoayuda... :)
Un saludo!

Lluís Salvador dijo...

Hola de nuevo, Mariano:
Una vez leído el artículo (y gracias por la aportación, jugosa y valiosa), no puedo sino estar de acuerdo con lo que dice Juan Gabriel Vásquez (Vásquez, Vásquez... el autor de Historia Secreta de Costaguana! Un libro que recomiendo sin reservas. Bueno, con alguna, pero muy notable en conjunto) al respecto de que los gringos se quedaron con Chéjov y los latinos con Poe. Y a pesar de que ambos son grandísimos autores, creo que los latinos salimos ganando... por la utilización que se le dió al maestro de Boston, mayormente.
Un saludo!

Anónimo dijo...

hola yo quisiera saber como es el tratamiento de la vida y la muerte en este cuento.??? y las diferentes acciones y sus relaciones.??? es para una tarea de el cole y buehh n encuentro cmo responder esas 2 preguntas... le dig aunq lei el cuento varias veces a la final deja muchas interrogantes y buehh aunq es muy interesante y te atrapa en la lectura pss nc me ha gustado otros cuentos edgar allan poe

Lluís Salvador dijo...

hola, Anónimo:
Son temas demasiado largos como para tratarlos en esta columnita de comentarios. PERO:
Te puede ser de utilidad esta dirección web:

El Corazón Delator en WikipediaY darte una pista de las múltiples interpretaciones que puede tener el cuento: Julio Cortázar lo relacionó con el tema de Caín y Abel.
Espero que te sirva.
Un saludo!

pacman dijo...

Hola Lluis, el corazon delator o el gato negro, detrás de esa narración sincera y detallada, deja entrever una obsesion y un terror en la profundida del alma humana; una fuerza violenta y ciega que no tiene explicación racional porque parece ser anterior a ésta. Es en este sentido que en una brillante clase de filosofia de la UAB se relacionaba a Poe con el horror de Lovecraft, el inconsciente de Freud y la Voluntad de Schopenhauer. Que piensas tu de esto? Hay alguna publicación al respecto?

Lluís Salvador dijo...

Hola, pacman:
Relacionando TODO eso, no me suena, salvo que alguien haya hecho una tesis. Sin embargo, hay unos cuantos textos.
El más accesible es "Lo Siniestro", del propio Sigmund Freud. Pese a que la ficción que trata es muy anterior a la moderna, y principalmente germana (E. T. A. Hoffmann), los postulados son valiosos para el estudioso.
Segundo, y lamentablemente descatalogadísimo, "Historia Natural de los Cuentos de Miedo", de Rafael Llopis (sí, el inmortal prologuista español de Los Mitos de Cthulhu en la edición de Alianza Editorial). Hay que tener en cuenta que LLopis era psiquiatra, de modo que la aproximación al género es MUY psicológica, y bastante acertada en muchas ocasiones. Por supuesto, dedica un capítulo entero a Poe.
Y, por descontado la relación Poe-Lovecraft puede verse en el propio estudio de Lovecraft "El Horror Sobrenatural en la Literatura".
Respecto a la cuestión Schopenhaueriana, es tentador ponerla en relación con el Corazón Delator. Sin embargo, la literatura no trabaja en blanco y negro, sino que se mueve por el terreno crepuscular. Voluntad tiene el protagonista, y satisface su deseo. Si se convirtiera entonces en un asesino en serie, que por evitar caer en el vacío de nuevo tiene necesidad de satisfacer ansias renovadas, podríamos hablar de Schopenhauer. Es forzar mucho el relato decir que el asesino se delata a sí mismo mediante este creer que escucha el corazón latiendo e incapaz de soportarlo, confiesa (esa compulsión al suicidio de Schopenhauer, o ese axioma (muy peliculero y no sé si real) de que los asesinos en serie dan pistas para poder ser capturados). Es forzarlo porque descarta lo sobrenatural del relato (y así, hablaríamos de una ficción psicológicamente realista), pero también porque Poe se detiene aquí, pero la imaginación del lector no: creo que, aun después de confesar, seguirá oyendo los latidos. No hay que olvidar que Poe era un poeta.
Un saludo cordial!

pacman dijo...

Hola Lluis, recientemente he leído "La pata de mono y otros cuentos macabros", de W.W.Jacobs.
No lo voy a comparar con Poe, me ha gustado mucho la fuerza de los diálogos y la atmósfera de cada relato, en particular uno titulado "El sirviente del hombre moreno". Estaría muy bien una de tus brillantes reseñas sobre algunos escritores deudores de Poe y Lovecraft. Gracias

Lluís Salvador dijo...

Hola, pacman:
Bueno, Jacobs es un maestro, generalmente considerado por un solo cuento, justamente "La Pata del Mono". Ese relato es de lo mejor que se ha escrito en el género, y mueve toda una serie de temas del terror que aún hoy en día se tratan.
Jacobs debería ser tratado aquí, y tarde o temprano lo será. La Pata... seguro, pero no sé si surgirá algún que otro cuento. Por descontado, clicando sobre la etiqueta "terror" te encontrarás con algunos escritores clásicos que remiten a Poe y a Lovecraft (Chambers, Manly Wade Wellman, Frank Belknap Long, etc.) Habrán más, seguro.
Un saludo!