Plató i un Ornitorinc Entren en un Bar..., de Daniel Klein y Thomas Cathcart

(Plato and a Platypus Walk Into a Bar... Understanding Philosophy Through Jokes)
Eds. La Campana
Barcelona, 2008 [2007]
(Edición castellana en Ed. Planeta)

Platón y un Ornitorrinco Entran en un Bar... Comprendiendo la Filosofía a través de los Chistes representa un loable esfuerzo por explicar la filosofía a través del humor, un arma que ha probado ampliamente su eficacia en diversas disciplinas, como por ejemplo en las ciencias; Martin Gardner ha hecho más por las matemáticas con sus juegos, paradojas y humoradas que miles de horas de clase.
Yo tuve la suerte, en primer lugar, de tener un gran profesor de filosofía, y en segundo, de tener un buen texto (la Historia de la Filosofía de Julián Marías), de modo que creo estar capacitado para decir que la parte "teórica" o "seria" de este libro es exacta y precisa; y me supongo con el suficiente sentido del humor como para apreciar los chistes que figuran en él. Creo que lo mejor que puede decirse de este volumen es que uno no lo recorre únicamente en busca del humor, sino que se lee su parte teórica con la curiosidad de saber cómo se puede hacer un chiste sobre, pongamos, la metafilosofía.
Como muestra del espíritu y lo exhaustivo del libro, déjenme enumerarles sus capítulos y subtítulos:
Metafísica: la metafísica aborda frontalmente las Grandes Preguntas: ¿qué es ser? ¿qué se entiende por realidad? ¿tenemos libertad de elección? ¿cuántos ángeles pueden bailar sobre la cabeza de una aguja? ¿cuántos hacen falta para cambiar una bombilla?
Lógica: sin la lógica, la razón no sirve para nada. Con la lógica, puedes ganar discusiones y alienar multitudes.
Epistemología: la teoría del conocimiento: ¿cómo sabéis que sabéis lo que creéis que sabéis? Desechad la opción de contestar «¡Porque lo sé y ya está!» y lo que queda es la epistemología.
Ética: Aclarar qué es bueno y qué es malo es competencia de la ética. También tiene ocupados a los sacerdotes, los gurús y los padres. Por desgracia, lo que tiene ocupados a los niños y a los filósofos es preguntar a los sacerdotes, los gurús y los padres «¿por qué?»
Filosofía de la Religión: el dios sobre el cual debaten los filósofos de la religión no es la clase de dios que la mayor parte de nosotros reconoceríamos. Suele ser más abstracto, como la Fuerza de La Guerra de las Galaxias, y no como un Padre Celestial que, preocupado por ti, te espera despierto toda la noche.
Existencialismo: «La existencia precede a la esencia.» Si estás de acuerdo con esta afirmación, eres existencialista. Si no estás de acuerdo, continuas existiendo, pero esencialmente quedas al margen de la cuestión.
Filosofía del Lenguaje: Cuando el expresidente William Jefferson Clinton respondió a una pregunta diciendo «Depende de cuál sea su definición de es», estaba haciendo filosofía del lenguaje. También habría podido estar haciendo otras cosas.
Filosofía Social y Política: La filosofía social y política estudia los problemas relacionados con la justicia en la sociedad. ¿Por qué necesitamos gobernantes? ¿Cómo se tendría que distribuir la riqueza? ¿Cómo podemos establecer un sistema social justo? Estas cuestiones las solía solventar el tío más fuerte, dando un garrotazo en la cabeza del más débil, pero después de siglos de filosofía social y política, la sociedad se ha dado cuenta de que los misiles son mucho más efectivos.
Relatividad: ¿Qué quieren que les digamos? Este término significa cosas diferentes según la persona.
Metafilosofía: La filosofía de la filosofía. No hay que confundirla con la filosofía de la filosofía de la filosofía.
Pero, como siempre, lo mejor es un ejemplo:
«El Principio de la Parsimonia: Siempre ha existido una veta antimetafísica en la filosofía, que ha culminado en el triunfo de la visión científica del mundo en los dos últimos siglos. Rudolf Carnap y el Círculo de Viena (que no es un grupo de música disco de los setenta, al contrario de lo que dice la opinión popular) llegaron hasta el punto de proscribir la metafísica como una especulación no racional que ha sido sustituida por la ciencia.
»Rudy y el Círculo de Viena siguieron el ejemplo del teólogo del siglo XIV William Occam, que se sacó de la manga el principio de la parsimonia, alias "la navaja de Occam". Según este principio "las teorías no han de ser más complejas de lo necesario". O, como dijo Occam metafísicamente, las teorías no tendrían que "multiplicar entidades innecesariamente".
»Supongamos que Isaac Newton hubiese observado como caía la manzana y hubiese exclamado: "¡Ya lo tengo! ¡Las manzanas están atrapadas en una especie de juego de la cuerda entre unos duendes que tiran hacia arriba y unos gnomos que tiran hacia abajo, y los gnomos son más fuertes!"
»Occam habría replicado: "De acuerdo, Isaac, tu teoría explica todos los hechos observables, pero cíñete a la consigna: hazlo sencillo."
»Carnap habría estado de acuerdo.

»Una noche, después de cenar, un niño de cinco años preguntó a su padre:
─¿Dónde ha ido mamá?
El padre contestó:
─Mamá ha ido a una fiesta de Tupperware.
Esta explicación satisfizo al niño sólo momentáneamente, porque acto seguido preguntó:
─¿Qué es una fiesta de Tupperware, papá?
Su padre pensó que una explicación sencilla sería la mejor manera de enfocar el tema.
─Bien, hijo ─le respondió─, en una fiesta de Tupperware, un grupo de señoras se sientan en círculo y se venden botes de plástico unas a otras.
El niño empezó a reír.
─¡Venga, papá! Dime la verdad...

»La simple verdad es que una fiesta de Tupperware consiste en efecto en un grupo de señoras que se sientan en círculo y se venden botes de plástico unas a otras. Los encargados de marketing de la empresa Tupperware, sin embargo, expertos en metafísica como son, querrían hacernos creer que es una cosa más complicada.»
Por lo que veo en la vida diaria, la filosofía puede ser la disciplina del pensamiento que primero se extinga en el siglo XXI, de modo que esfuerzos como este son de lo más bienvenidos, sobre todo cuando están tan bien hechos como este libro.
Como sé que en estos casos el público lo que quiere es un no parar, ahí les dejo con otros dos chistes, uno para finalizar y otro para el camino. El primero sobre la lógica inductiva:
«Holmes y Watson han ido de camping. En mitad de la noche, Holmes se despierta y da un codazo a Watson.
Watson ─le dice─, mire al cielo y dígame qué ve.
─Veo millones de estrellas, Holmes ─dice Watson.
─¿Y qué conclusión extrae, Watson?
El hombre piensa un momento.
─Bien ─responde─, astronómicamente, esto me indica que hay millones de galaxias y potencialmente billones de planetas. Astrológicamente, observo que Saturno está situado en Leo. Horológicamente, deduzco que más o menos son las tres y cuarto. Meteorológicamente, sospecho que mañana hará un día precioso. Teológicamente, veo que Dios es todopoderoso y que nosotros somos pequeños e insignificantes. Mmm..., ¿y usted qué piensa, Holmes?
─¡Que eres un idiota, Watson! ¡Alguien nos ha robado la tienda!»

Y el otro sobre el argumento por apelación a la autoridad ("Argumentum ad Verecundiam", ¡toma ya!):
«Cuatro rabinos solían discutir juntos sobre teología, y había tres que siempre se ponían de acuerdo contra el cuarto. Un día, el rabino que quedaba excluido, después de volver a perder por tres a uno, decidió apelar a una autoridad más elevada.
─¡Oh, Dios! ─gritó─. ¡Sé que en el fondo yo tengo razón y ellos se equivocan! ¡Por favor, envíame una señal que lo demuestre!
Era un día hermoso y soleado. En cuanto el rabino acabó la plegaria, una nube de tormenta planeó sobre los cuatro rabinos, retumbó una vez y se desvaneció.
─¡Una señal de Dios! ¿Lo veis?, ¡tengo razón, lo sabía!
Pero los otros tres no estuvieron de acuerdo y señalaron que en los días calurosos a menudo se forman nubes de tormenta.
De modo que el rabino volvió a rezar.
─Oh, Dios, necesito una señal más grande para demostrar que tengo razón y ellos se equivocan. ¡Por favor, Dios mío, una señal más grande!
Esta vez aparecieron cuatro nubes de tormenta, que rápidamente formaron una sola; un rayo dio contra un árbol de un montículo cercano.
─¡Ya os lo decía, que tenía razón! ─gritó el rabino, pero sus amigos insistieron que no había pasado nada que no se pudiese explicar por causas naturales.
El rabino ya se preparaba para pedir una señal muy, muy grande, pero cuando decía "Oh, Dios..." el cielo se oscureció y una voz profunda y tonante pronunció:
─¡TIENE RAZÓÓÓÓN!
El rabino puso los brazos en jarras, se volvió hacia los otros y dijo:
─¿Y ahora qué?
─Pues nada ─dijo uno de los rabinos encogiéndose de hombros─, ahora somos tres contra dos.

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11 comentarios:

En el zaguán dijo...

Ojalá que este libro sea leído por muchos, pues tiene dos cosas de las más necesarias: filosofía y humor. Saludos LLuís.

Anónimo dijo...

Gracias por la reseña, Lluís, y tenés toda la razón, uno no queda sino deseando que hubieras puesto todo el libro (lo que sería una clara violación de las leyes del mercado y las del autor, pero yo no habría dicho nada).

Y así seguimos, en la línea de libros de Allen, Marx (el otro) y Eco. Aire fresco, aire fresco, pues soy el primero en considerar que tanto la filosofía como el humor deben tomarse completamente en serio.,

Anónimo dijo...

Lo olvidaba. ¿Platón y el ornitorrinco es una alusión al texto de Eco "Kant y el ornitorricno" o es mera coincidencia?

Lluís Salvador dijo...

Hola, Javier:
Gracias por el comentario. Totalmente de acuerdo. Lamentablemente, ay, los mismos autores no se hacen ilusiones al respecto de la persistencia de la filosofía en la sociedad. El capítulo dedicado a los "filósofos" New Age es particularmente sangrante...
Y dar un dato: los mismos autores han publicado por ahí en anglosajonia Aristóteles y un Cerdo Hormiguero Van a Washington... Comprendiendo el Doble Lenguaje Político a través de la Filosofía y los Chistes. Con un poco de suerte, lo tendremos en castellano algún día.
Más detalles en su web www.platoandaplatypus.com

Hola, Asterión:
¡Qué razón tienes con esto de tomarse el humor en serio! Como puedes comprobar, en este blog no me resisto nunca a reseñar textos humorísticos o satíricos...
Respecto a los chistes, los podría haber puesto todos. Forman parte del acervo popular, y la peculiaridad es que los autores han sabido tomarlos y decir: "¡mira, pero si este chiste en el fondo es un ejemplo de..."
Pero siempre se puede emplear la sección de comentarios para que cada cual aporte los suyos sobre el tema...
Ahí va uno sobre el binomio inducción/deducción.
Una pareja va por el campo y ven un rebaño de ovejas.
--Mira, parece que acaban de esquilar a las ovejas.
--Al menos por este lado --responde el otro.
(Ya sé, ya sé, es muy viejo... )
Y yo diría que puede que Eco se inspirase anteriormente en alguien más. El caso es que esto de Platón y el ornitorrinco tiene resonancias ancestrales, al menos en el mundo anglosajón. Bien podría ser que Eco lo hubiera aplicado a Kant. Pero procuraré averiguar algo al respecto.

Un saludo a ambos!

Lluís Salvador dijo...

¡Qué rápido se averiguan las cosas gracias a internet!
Al parecer, existe un concurso de larga tradición al respecto de quién es capaz de encontrar el mejor final a un chiste que empiece con las palabras "Platón y un ornitorrinco entran en un bar..."
Están locos estos británicos... estos filósofos británicos...
Un saludo!

RebecaTz dijo...

Yo también quisiera acercarme a los intrincados caminos de la filosofía a través del humor de esta obra.
(Y juro que nunca he asistido a una reunión de Tupperware.) :)

Saludos!

Anónimo dijo...

Hola Lluís,

Otra manera alternativa de acercar-se a la filosofía es a través de los cuentos. En este sentido te quería preguntar si conoces los “Cuentos filosóficos” de Kostas Axelos. Los pocos que he leído me han parecido tremendamente originales e iluminadores. No sé si existe edición en castellano pero te propongo que si algún día te haces con ellos nos hagas un post.

Un saludo


Ramon

Lluís Salvador dijo...

Hola, Andrómeda:
Hazlo, recordarás cosas o te aclarará conceptos de filosofía... Y te reirás un rato.
¿Va en serio que no has acudido a ninguna reunión de tupperware? Yo pensaba que era consustancial con la mujer (o que era una reunión de sociedad secreta para conspirar contra el hombre) :P Ahora en serio, cada cual se divierte como puede. No estoy muy seguro de que si describiésemos a un niño lo que se hace en un club de lectura, no nos espetase eso de "Venga, dime la verdad..."
Un saludo para nada envasado en plástico!

Lluís Salvador dijo...

Hola, Ramon, benvingut.
No, no conocía a Kostas Axelos, pero acabo de consultar la wiki, y me interesa, me interesa mucho. Otra cosa son esos cuentos, que me temo va a ser difícil encontrarlos. Pero tomo nota, claro que la tomo, y en cuanto tenga ocasión ese post está hecho.
Gracias por la aportación.
Bueno, y ya sabes, bienvenido, pasa cuando quieras y comenta, sugiere o solicita lo que quieras. Como en tu casa, vamos.
Un saludo!

cronicasdediaslluviosos dijo...

La verdad es que este tipo de libros me parecen una pérdida de tiempo... ir a Platón directamente es lo más sensato. A mí en la carrera de filosofía nunca me recomendaron ninguno de estos libros, la verdad.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Crónicas:
Bueno, depende de para quién. Ten en cuenta que hay gente que no iría por propia voluntad a un libro de filosofía en su vida. Lo importante no es que sean divulgativos, sino que transmitan bie lo que quieren divulgar. Y, por otro lado, este libro es mucho más que un libro de divulgación. Esos chistes llevan un componente filosófico y por tanto también los hacen adecuados para los profesionales... que así aprovechan para reírse de sí mismos, de lo que estudian y de lo que enseñan, que es una costumbre bastante sana.
Un saludo!