Groucho Marx Fa l'Article, de Groucho Marx

Angle Editorial
col. Humor
Barcelona, 2004

Reconozco que preferiría ver en los estantes de las librerías las obras completas de Groucho Marx antes que las de, pongamos, Azorín. Al fin y al cabo, los campos de Castilla parecen haberse convertido en bosques de urbanizaciones, mientras que Hollywood y Broadway, con sus constipados y fiebres cuartanas, siguen ahí, acogiendo turistas españoles sorprendidos de que el dólar se parezca cada vez más a la peseta de posguerra.
En este caso, el presente libro es la colección completa de los artículos periodísticos y cartas al director escritos por Groucho Marx. Que las columnas son un género que trasciende el mero periodismo es algo que este país tiene archicomprobado gracias a Juan José Millás, Maruja Torres, Manuel Rivas, Quim Monzó o, remontándonos en el tiempo, Joan Fuster, por ejemplo.
Y, en el teatro, en la radio, en el cine o pluma (estilográfica) en mano, Groucho sabe que lo que mejor sabe hacer es provocar la risa o la sonrisa, ser irreverente, audaz, surrealista; marxiano, en suma.
En mi juventud me regocijé repetidas veces con sus hilarantes memorias, Groucho y Yo. Las he leído tantas veces que, por desgracia, ya sólo puedo hojearlas para recuperar algún detalle difuminado por el tiempo.
De modo que cuando aparece algo de Groucho que es nuevo, bendigo a los cielos. Groucho Marx puede haber estado más o menos inspirado, pero el peor escrito de Groucho es una garantía de diversión, así como las peores películas de Hitchcock (que menospreciábamos) son obras maestras comparadas con la producción cinematográfica media actual.
Groucho ya no está con nosotros para alegrarnos la vida. Por fortuna, sus libros sí nos acompañan, esperemos que hasta el fin de los tiempos.

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5 comentarios:

dijo...

Yo leí su biografía. sólo recuerdo lo que llegué a reir. Es excepcional, sin duda. Tomo nota.

Lluís Salvador dijo...

Respecto a los Hermanos Marx, Eduardo Mendoza me contaba un día que el doblaje español los hizo todavía MÁS surrealistas, y citaba un ejemplo: En un momento, Groucho daba por establecido un contrato gritaba: "Traed el sello!" (seal en inglés); entonces se presentaba Harpo con una foca en brazos (seal en inglés). En la versión castellana, ante tamaño juego de palabras decidieron tirar por la vía del medio: Groucho pedía el sello, y Harpo traía una foca, sin que lo uno y lo otro tuviera la menor relación. Desopilante. Merece la pena recorrer un rato el Google para encontrar pequeños fragmentos, doblados, o en original, de sus mejores diálogos, en formato mp3. Uno de mis favoritos es: (Groucho): "¡Ah, Lulú Belle! Cuando te veo, surge el animal que hay en mí: ¡guau, guau!"

dijo...

jajajajajaa.

Anónimo dijo...

Groucho es absolutamente genial. En estos días he estado recopilando sus "frases célebres".
He visto un día en la ópera y Un día en las carreras, y de verdad que con mucho, él y los otros son de lo mejor.
Además, por ahí tengo Memorias de un amante sarnoso.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Asterión, bienvenido.
Gran libro, el Memorias de una Amante Sarnoso. Pero te recomiendo encarecidamente su autobiografía "Groucho y Yo", que es absolutamente divertida.
Un saludo, y pasa cuando quieras por aquí.